Los mercados emergentes responsabilizan a las laxas políticas monetarias de naciones ricas por generar olas de flujos desestabilizantes de capitales especulativos.
Washington. El Fondo Monetario Internacional (FMI) reveló este lunes principios sobre la forma en que los países deberían gestionar sus flujos de capital, al acordar que algunas medidas para limitar las entradas de capitales podrían ser útiles pero deberían ser específicas, transparentes y temporales.
Los mercados emergentes responsabilizan a las laxas políticas monetarias de naciones ricas por generar olas de flujos desestabilizantes de capitales especulativos y el FMI está intentando forjar un consenso sobre cuándo tiene sentido que los países recurran a limitar estos dineros.
El FMI puso énfasis en que su nueva "postura institucional" no era obligatoria y dijo que ya sea o no que un país siga sus recomendaciones no tendría influencia en las decisiones de financiación del organismo.
El FMI se alejó de su postura de larga data de que la regulación era un elemento negativo para los flujos de capitales en el 2010. Desde entonces, ha tratado de forjar reglas para la gestión de flujos de capital, pero sus miembros están divididos sobre cuáles deberían ser estas directrices.
Entre los principios, el FMI recomendó que las medidas sobre flujos de capital no deberían sustituir los ajustes macroeconómicos.
También indicó que en ciertas circunstancias puede ser útil establecer límites a los flujos de capital cuando las condiciones macroeconómicas subyacentes son altamente inciertas; que las medidas pueden ayudar a salvaguardar la estabilidad financiera cuando las entradas de capita contribuyen a riesgos sistémicos y que los países deberían garantizar que sus políticas no perjudiquen a otros.
Los flujos de inversión pueden ayudar al desarrollo y crecimiento de los países, pero también pueden impulsar la inflación y los tipos de cambio. Adicionalmente, una repentina retirada de los inversores puede ser desestabilizadora.
Países desde Brasil a Indonesia, Corea del Sur, Perú y Tailandia han impuesto controles para limitar el ingreso de flujos desde el 2009, mientras que unos pocos como Argentina, Islandia y Ucrania han buscado frenar la salida repentina e importante de capitales.
"Los directores concuerdan que en ciertas circunstancias, los flujos de capital pueden ser útiles y apropiados", dijo el FMI. "Estas circunstancias incluyen situaciones en las cuales el espacio para políticas de ajuste macroeconómico es limitado o las políticas apropiadas toman tiempo antes de ser efectivas".
"Los directores destacaron que (las medidas de manejo del flujo de capitales) no deberían sustituir a los ajustes macroeconómicos justificados", añadió.