El FMI mantuvo sus previsiones de crecimiento mundial sin cambios, ya que el esperado repunte en la zona euro e India sería contrarrestado por menores perspectivas en otros mercados emergentes clave, como Rusia y Brasil.
Las recientes variaciones en los tipos de cambio deberían ayudar a la economía global, impulsando en particular a Japón y Europa, ante una creciente divergencia en los senderos de crecimiento de las mayores economías del mundo, dijo el martes el Fondo Monetario Internacional.
El FMI mantuvo sus previsiones de crecimiento mundial sin cambios, ya que el esperado repunte en la zona euro e India sería contrarrestado por menores perspectivas en otros mercados emergentes clave, como Rusia y Brasil.
Pero el organismo advirtió que la recuperación económica sigue siendo "moderada y desigual", acosada por una creciente incertidumbre y múltiples riesgos, como tensiones geopolíticas y volatilidad financiera.
En su Panorama Económico Mundial, el organismo con sede en Washington mantuvo su pronóstico de crecimiento mundial este año en un 3,5%. Para el 2016, el FMI espera que el producto interno bruto mundial se expanda un 3,8%, frente al 3,7% que pronosticó en enero.
Sin embargo, las cifras globales ocultan una creciente divergencia entre las principales economías, en parte debido a los diferentes impactos de las fluctuaciones cambiarias y unos precios del petróleo más bajos.
Se prevé que la fuerte subida del dólar contra el euro y el yen sea un tema mayor en el encuentro de los principales funcionarios económicos del mundo en Washington esta semana.
Los movimientos cambiarios también han dejado expuestas a algunas economías emergentes.
El FMI dijo que las políticas monetarias están causando la mayor parte de los movimientos cambiarios, mientras la Reserva Federal de Estados Unidos se prepara para subir las tasas al tiempo que el Banco Central Europeo y el Banco de Japón mantienen sus estímulos monetarios.
Los efectos cambiarios deberían alentar al PIB global, respaldando a la demanda en las economías todavía en problemas de la zona euro y Japón, dijo el FMI, elevando sus previsiones para ambas regiones.
El FMI también recortó su perspectiva para Estados Unidos, ya que una apreciación del 10 por ciento del dólar en los últimos seis meses ha afectado las exportaciones netas.
Pero dijo que tanto Estados Unidos como China, cuya moneda, el yuan, está atado al dólar, tienen algún margen de políticas para contrarrestar la apreciación de sus monedas.
Sin embargo, el FMI dijo que China todavía podría enfrentar una desaceleración económica mayor mientras se reajusta para apoyar su crecimiento más en el consumo que en la inversión.
El FMI también reiteró que muchos de los riesgos que destacó en octubre, entre ellos las tensiones geopolíticas y las perturbadoras fluctuaciones en los mercados financieros, aún podrían hacer descarrilar la lenta recuperación.
"Un mundo en el que hay grandes movimientos de los tipos de cambio (...) es un mundo más riesgoso desde el punto de vista financiero", dijo el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, a los reporteros.
El fondo advirtió además de potenciales perturbaciones en torno a la primera subida de tasas de interés en Estados Unidos en casi nueve años, la que se espera para fines de este año, lo que podría provocar una salida de capitales de los mercados emergentes.
El FMI dijo que los bajos precios del petróleo deberían añadir más de 0,5 puntos porcentuales al crecimiento económico mundial para el próximo año, pero advirtió que el valor del crudo podría subir más rápido de lo esperado y afectar a la demanda global.
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, calificó la semana pasada el actual nivel de crecimiento como "lo suficientemente bueno" para ayudar a millones de personas a salir del desempleo, y de nuevo instó a las autoridades a llevar a cabo reformas más profundas para aumentar el potencial de crecimiento de las economías.