Ecuador solicitó la línea de crédito para paliar las consecuencias del devastador terremoto que azotó el país en abril y dejó más de 660 muertos, miles de damnificados e importantes pérdidas en infraestructura, exportaciones y empleos formales e informales.
Quito. El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el viernes un préstamo de unos 364 millones de dólares para Ecuador bajo un instrumento de financiamiento rápido que otorga el organismo para cubrir problemas de balanza de pagos.
Ecuador solicitó la línea de crédito para paliar las consecuencias del devastador terremoto que azotó el país en abril y dejó más de 660 muertos, miles de damnificados e importantes pérdidas en infraestructura, exportaciones y empleos formales e informales.
"El apoyo financiero ayudará al país a atender una urgente necesidad de balanza de pagos provocada por el terremoto del 16 de abril", dijo en conferencia telefónica desde Washington el jefe de la misión del FMI para Ecuador, Luca Ricci.
"El impacto va a afectar la capacidad de exportación del país, la necesidad de importar mayor material de construcción, y está afectando también el acceso a financiamiento especial. La suma de esos efectos hace que el país necesite apoyo a la balanza de pago", agregó Ricci.
El monto del crédito aprobado por el FMI corresponde al 37,5 por ciento de la cuota actual de Ecuador ante el organismo y es el monto máximo al que podía acceder el país. El empréstito tendrá una tasa de interés variable del 1,1 por ciento anual y un plazo de hasta 5 años, con un periodo de gracia de 39 meses.
Ricci señaló que con el instrumento de financiamiento rápido Ecuador no tiene necesidad de un programa económico propiamente dicho ni exámenes de la economía, pero las autoridades locales se han comprometido "a reprogramar prioridades de gastos de capital y suspender proyectos de baja prioridad no relacionados con la reconstrucción" en caso de ser necesario.
El Gobierno han dicho que las tareas de reconstrucción demandarán unos 3.340 millones de dólares, de las cuales el 67 por ciento será financiado por el Estado con líneas de contingencia, el crédito del FMI y una ley que eleva temporalmente impuestos.