"Desde la perspectiva del FMI, esperamos una solución real (para Grecia), no una solución rápida, y eso significa claramente que la deuda sea sostenible lo antes posible", dijo Christine Lagarde.
Grecia necesita una solución duradera para reducir su carga de deuda y evitar así una crisis prolongada, dijo este miércoles la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, en momentos en que la desaceleración en Europa y los problemas fiscales en Estados Unidos merman las perspectivas económicas en Asia.
El FMI espera una "solución real" para Grecia, que ponga su deuda en una senda sostenible tan pronto como sea posible, dijo Lagarde, sin dar señales de dar marcha atrás en un enfrentamiento con la Unión Europea sobre los plazos de un plan de recuperación de Atenas.
"Obviamente, desde la perspectiva del FMI, esperamos una solución real, no una solución rápida, y eso significa claramente que la deuda sea sostenible lo antes posible", dijo Lagarde a periodistas en Malasia, en el inicio de una gira por Asia.
Los ministros de Finanzas de la zona euro han sugerido que Grecia, donde se inició la crisis de deuda del bloque monetario, debe tener hasta 2022 para reducir su deuda como porcentaje del PIB al 120%, pero Lagarde ha insistido que debe mantenerse la actual fecha de 2020, en un inusual desacuerdo público entre los prestamistas de Atenas.
Lagarde dijo que todos los socios de Grecia comparten el mismo objetivo de garantizar que el país vuelva a la estabilidad económica y pueda retornar a los mercados financieros tan pronto como sea posible.
La crisis europea y la amenaza de un "abismo fiscal" en Estados Unidos significan que no hay "donde esconderse" en la economía global mientras una desaceleración mundial se extiende hacia Asia, dijo Lagarde en un discurso tras su conferencia de prensa.
Lagarde sostuvo que un vigoroso crecimiento en Asia no puede darse por sentado el próximo año, aunque el FMI espera que se expanda 2 puntos porcentuales más que el promedio mundial.
El mes pasado, el FMI redujo su pronóstico de crecimiento mundial durante 2012 a 3,3% desde el 3,5%, y a 3,6% en 2013 desde el 3,9%.