El borrador del comunicado final de la cumbre, mostró que el fondo de rescate EFSF sería autorizado por primera vez a ayudar a países con préstamos precautorios, a recapitalizar bancos y a intervenir en el mercado secundario de bonos.
Bruselas. Los líderes de la zona euro darían al mecanismo de rescate del bloque mayores poderes para evitar el contagio de la crisis a economías de mayor tamaño y ayudar a Grecia a superar sus problemas, según el borrador de las conclusiones de una cumbre celebrada este jueves.
Los líderes permanecían reunidos en Bruselas después de que el Banco Central Europeo diera un giro y se abriera a permitir una moratoria selectiva en Grecia, bajo un plan que incluiría una recompra de bonos, un canje de deuda pero no un nuevo impuesto sobre los bancos.
El borrador del comunicado final de la cumbre, al que tuvo acceso Reuters, mostró que el fondo de rescate EFSF sería autorizado por primera vez a ayudar a países con préstamos precautorios, a recapitalizar bancos y a intervenir en el mercado secundario de bonos.
"Para mejorar la efectividad del EFSF y enfrentar el contagio, acordamos aumentar su flexibilidad", dijo el borrador, mencionando esas tres medidas clave, a las cuales Alemania se había opuesto hasta hacía pocos días.
La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en Berlín, definieron una postura común durante un encuentro que mantuvieron el miércoles en Berlín junto con el líder del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet.
"Espero que podamos sellar un acuerdo sobre un nuevo programa para Grecia. Esta es una señal importante, y con este programa queremos atacar los problemas por su raíz", dijo Merkel a la prensa a su llegada el jueves a Bruselas.
El ministro de Finanzas de Holanda, Jan Kees de Jager, dijo que un default selectivo o de corto plazo en Grecia, al que previamente se oponía el BCE, ahora era una posibilidad.
"La demanda de evitar un default selectivo ha sido removida", aseguró ante el parlamento holandés.
El líder de los ministros de Finanzas de la zona euro, Jean-Claude Juncker, mostró una línea similar. "Nunca se puede excluir tal posibilidad, pero debe hacerse todo para evitarla", sostuvo.
Superfondo
Según el borrador del comunicado, los préstamos del EFSF se ampliarán de 7,5 años hasta al menos 15 y la tasa de interés bajará desde un 4,5% actual, como en el caso de Grecia y Portugal, hasta un 3,5%.
El fondo podrá proporcionar además líneas de crédito como precaución a los países de la zona euro, incluyendo aquellos que no se encuentran en los programas de rescate de la UE y del FMI.
También podrá intervenir en los mercados secundarios de deuda, sujeto a un análisis del BCE que dé cuenta de "circunstancias excepcionales" y bajo una decisión unánime.
Alemania había bloqueado todas estas posibilidades cuando la Comisión Europea las propuso en febrero, en momentos en que la crisis era menos aguda, según fuentes de la UE.
Estos poderes más amplios del mecanismo podrían evitar o disminuir los riesgos de contagio en caso de una cesación de pagos transitoria en Grecia.
En una aparente concesión a Merkel, Sarkozy desistió del plan francés para imponer un impuesto a los bancos con el que se buscaba ayudar a financiar el segundo rescate para Atenas.
Durante la cumbre del jueves, los líderes prometieron además lanzar un "Plan Marshall" con fuerte inversión pública para ayudar a revivir la economía griega, sumida en una profunda recesión producto de las medidas de austeridad exigidas por la UE y el FMI.
El euro subió al conocerse las conclusiones preliminares de la cumbre, mientras que los diferenciales de los bonos periféricos se estrecharon.
El segundo rescate para Grecia, con un monto estimado de 115.000 millones de euros, contempla más fondos del mecanismo de rescate de la zona euro y del FMI, junto con un aporte de los tenedores de bonos e ingresos por privatizaciones.
La idea es hacer más sustentable la deuda griega y evitar una moratoria desordenada que podría cerrar el acceso a los mercados de bonos a países más grandes como Italia y España.
El Instituto Internacional de Finanzas propuso un canje de deuda griega con vencimientos hasta fines del 2019 por papeles a 30 años, lo que podría dar una contribución de 17.000 millones de euros netos del sector privado a un rescate para Atenas, indicó un documento al que Reuters tuvo acceso este jueves.
El documento, fechado el 20 de julio, indicó que las necesidades griegas de financiamiento hasta mediados del 2014 llegaban a los 173.000 millones de euros, de los que las privatizaciones del país cubrirían 28.000 millones y el resto del primer paquete entregaría otros 57.000 millones de euros.
La zona euro, el Fondo Monetario Internacional y el sector privado deberían entonces financiar los restantes 88.000 millones de euros.
Los inversores privados ahora tienen unos 150.000 millones de euros en bonos griegos, indicó el documento.