El problema al que se enfrentan estos inversores se refleja en el amplio uso de los índices de MSCI para acciones de mercados emergentes.
Londres. Los gestores de los fondos de mercados emergentes están tratando de escapar de la camisa de fuerza de los índices tradicionales hacia un enfoque menos rígido, que pueda dar cuenta de los diferentes desempeños de países y sectores.
El problema al que se enfrentan estos inversores se refleja en el amplio uso de los índices de MSCI para acciones de mercados emergentes.
En lo que va del año, el referente internacional ha caído más de un 12%, principalmente por las pérdidas en grandes mercados como Brasil y China, mientras que plazas más pequeñas, como Hungría, han ofrecido retornos de un 30%.
Los mismo ocurre en los mercados de deuda. Los bonos rusos en rublos han ofrecido un retorno de un 20% este año, frente a las pérdidas de dos dígitos en porcentaje de los índices de deuda emergente, que han sido arrastrados por Brasil y Sudáfrica.
Así, gestores de activos se han visto tentados a tratar a cada país según sus méritos, descolgándose de los índices tradicionales e incluso ignorándolos por completo.
Columbia Threadneedle, por ejemplo, crecientemente estructura su portafolio de bonos en una base global de "ir a cualquier parte", porque los límites entre emergentes y ya emergidos se ha vuelto borroso.
"No se trata de 'quiero esto en mercados emergentes'; tratamos simplemente de buscar valor donde los haya", dijo recientemente su presidente de inversiones, Mark Burgess, en la Cumbre de Inversión Global de Reuters.
Incluso bajo la categoría de mercados emergentes se han lanzado 14 fondos con activos variados o 'mixtos' en Europa desde 2013, en respuesta a la demanda por mayor flexibilidad, según Lipper, un servicio de información de Thomson Reuters.
Estos fondos permiten a los gestores invertir en acciones, bonos, monedas y deuda de empresas de mercados emergentes para tratar de conseguir los mejores retornos. Así las acciones de un supermercado ruso pueden estar en la misma cartera que los bonos en dólares de un banco de India.
Hay en el sector cada vez más inversiones "agnósticas de los índices", según Ken Lambden, presidente de inversiones de Baring Asset Management.
En lugar de seguir estrictamente las ponderaciones de los índices, Barings se enfoca en comprar las acciones que quiere, lo que puede suponer evitar las empresas de propiedad estatal que usualmente dominan los índices de mercados emergentes. "Hacer eso y estar muy pendiente de los índices simplemente no tiene sentido", dijo Lambden en la Cumbre.
El enfoque "agnóstico" ha sido especialmente útil para los inversores que han tenido que lidiar con el creciente dominio de China en los índices de mercados emergentes.
Aglomeraciones en activos. A pesar de esto, muchos argumentan que los índices aún tienen un papel que desempeñar; para comenzar los inversores institucionales los usan para medir el desempeño de los gestores de fondos. El margen en que un gerente de cartera puede desviarse del índice está frecuentemente limitado por las exigencias de sus inversores, lo que se mide por el llamado "error de seguimiento".
"Está en la naturaleza del sector, que es muy voluble a los índices; y algunos clientes quieren un error de seguimiento muy bajo", dijo Richard House, jefe de renta fija de mercados emergentes de Standard Life Investments.
Esto puede ser un problema para los gestores que tratan de obtener un desempeño superior.
Una crítica a los índices tradicionales basados en la capitalización de mercado es que alientan a los inversores a comprar lo que ya ha subido, contribuyendo a inflar las burbujas. Por ejemplo, India se ha vuelto un destino atiborrado, que ha sido sobreponderado en la mayoría de las carteras de acciones en mercados emergentes.
MSCI, el proveedor de índices, dice que está dispuesto a ofrecer referentes a la medida que se ajusten a las necesidades específicas de los clientes.
Los inversores en bonos también critican las forma en que se estructuran los índices en general, porque mientras más deuda emite un país más peso alcanza en índices como los de JPMorgan. Por ejemplo, en su índice de deuda emergente Brasil pondera un 10%, mientras que México sólo un 6%.