Tres funcionarios de la Reserva Federal ofrecieron distintas visiones sobre cuánto más debiera hacer el Banco Central estadounidense para apoyar la economía, y sobre qué impacto podrían tener esas medidas de expansión monetaria.
Nueva York. Tres funcionarios de la Reserva Federal ofrecieron distintas visiones este miércoles sobre cuánto más debiera hacer el banco central estadounidense para apoyar la economía y sobre qué impacto podrían tener más medidas de expansión monetaria.
El presidente de la Fed de Boston, Eric Rosengren, dio el argumento más fuerte hasta ahora para que haya un mayor estímulo monetario, luego de que el banco central abrió la puerta la semana pasada a tal posibilidad.
En la otra vereda, el presidente de la Fed de Filadelfia, Charles Plosser, dijo que por el momento no es necesario un mayor estímulo financiero por parte de la Fed, mientras que su par de la Fed de Minneapolis, Narayana Kocherlakota, sugirió que no es un gran entusiasta de realizar nuevas compras de bonos del Tesoro.
La Fed recortó las tasas de interés a cerca de cero y también compró US$1,7 billones en bonos del Tesoro para ayudar a sacar a la economía estadounidense de la crisis financiera.
El banco central dijo la semana pasada que estaba preparado para inyectar un estímulo adicional a la recuperación económica, de ser necesario. Los mercados esperan que la Fed anuncie más compras de bonos en su próxima reunión del 2 y 3 de noviembre de este año.
Los rumores sobre un mayor alivio cuantitativo han llevado al dólar a mínimos de ocho meses frente a una fuerte canasta de monedas y han inundado de efectivo a los mercados emergentes, donde los inversores buscan mayores rendimientos.
"En mi opinión, la suma de las actuales condiciones económicas -una tasa de desempleo cercana al 10%, un lento crecimiento y una indeseable baja inflación- constituyen un serio problema económico", dijo Rosengren.
En un discurso titulado "¿Cómo debería responder la política monetaria a una lenta recuperación?", dijo que su respuesta era "vigorosa, creativa, cuidadosa y persistentemente, mientras tengamos opciones a nuestra disposición. Y tenemos opciones".
Rosengren no estuvo de acuerdo con el argumento de que una parte clave del problema del desempleo es una disparidad entre las capacidades de los trabajadores y los empleos disponibles.
Por el contrario, aseguró que las empresas no están recontratando porque no ven suficiente demanda por sus productos.
El funcionario dijo que la economía está creciendo muy lento como para reducir de manera significativa la tasa de desempleo y frenar las presiones deflacionarias.
Cuestionan efectividad de compras de activos. Plosser y Kocherlakota tradicionalmente se muestran más preocupados por la estabilidad de precios que por el crecimiento económico, dentro del habitual debate del comité de política monetaria de la Fed.
Kocherlakota dijo que el único efecto económico que podría tener una nueva ronda del llamado alivio cuantitativo es señalar a los mercados el compromiso de la Fed de mantener las tasas bajas por más tiempo.
Sin embargo, señaló que su capacidad de reducir las tasas de interés a largo plazo cerca de las tasas a corto plazo que se ubican en niveles próximos a cero será más "contenida" que en sus intentos anteriores.
El funcionario rebajó su estimación sobre el crecimiento económico de Estados Unidos durante 2011 a un 2,5% desde el 3,0% que proyectaba en agosto.
Plosser dijo que si las expectativas deflacionarias se materializan, apoyaría una compra agresiva de activos para elevar las expectativas inflacionarias.
El funcionario también dijo que es difícil ver cuál compra adicional de activos podría tener mayor impacto en el panorama a corto plazo para el empleo.