El designado secretario de Hacienda de López Obrador, Carlos Urzúa, dijo el lunes a Reuters que la nueva administración -que asumirá el 1 de diciembre- tendrá una política macroeconómica, fiscal y monetaria responsable y buscará mantener un superávit primario.
Ciudad de México. El futuro gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador, que ganó las elecciones presidenciales de México este domingo, buscará reformar el sistema de pensiones y apoyaría la creación de un "consejo fiscal" apartidista para cuidar las cuentas de la segunda mayor economía de Latinoamérica.
El designado secretario de Hacienda de López Obrador, Carlos Urzúa, dijo el lunes a Reuters que la nueva administración -que asumirá el 1 de diciembre- tendrá una política macroeconómica, fiscal y monetaria responsable y buscará mantener un superávit primario. Además dijo que respetará las instituciones, la autonomía del banco central y la flotación del tipo de cambio.
"El problema de las pensiones se va acelerando cuando pasa el tiempo", dijo en entrevista. "Sí, pretendemos a hacer una reforma eventualmente pero no en este momento. Vamos a tratar de hacerlo entrado el sexenio ya cuando tengamos todo lo demás bien puesto".
Después de mantener una conferencia telefónica con fondos de inversión, Urzúa dijo que tratarán de mejorar el sistema de pensiones, considerado por expertos una bomba de tiempo porque el Estado aumenta su endeudamiento para costearlo a medida que la expectativa de vida sube y la base de pensionados crece.
Un ojo sobre las cuentas. Para garantizar la prudencia en el manejo de las finanzas, algunas organizaciones no gubernamentales (ONGs) han propuesto establecer un "consejo fiscal", con el que Urzúa dijo que estaban de acuerdo.
"Podría ser un consejo fiscal pero siempre teniendo en cuenta el mismo papel que juega el CBO (Congressional Budget Office), que es un organismo apartidista", agregó.
Además de haber ganado la presidencia, el partido fundado por López Obrador, Morena, podría tener mayoría simple en ambas cámaras del Congreso, lo que le ayudaría a emitir, modificar y derogar leyes.
"Yo diría que se hace un poquito más fácil el día a día para un Gobierno pero que de ninguna manera va a significar nada en absoluto en término de cambios (...), realmente no estamos pensando de ninguna manera en cambiar la Constitución o leyes primarias", dijo Urzúa.
Sobre la atribulada petrolera estatal mexicana Pemex, cuya producción de hidrocarburos ha venido declinando sostenidamente en lo últimos años, Urzúa dijo que hay que evaluar todas sus "ineficiencias", que incluyen costos, inversiones, sindicato y costos laborales.
"Uno tiene que analizar eso porque los costos de entrada pues pueden ser costos laborales excesivos. Hay que ver, hay que estudiar el asunto, pero todo se va a estudiar", dijo.
López Obrador y sus asesores también han dicho que buscan reducir programas sociales redundantes o ineficientes y que concentrarán algunos en ayudar a personas mayores y a los jóvenes.