Eso sería "información esencial" para el momento en que el G-20 considere poner más dinero en el mecanismo de ayuda del FMI, dijeron los ministros de finanzas y banqueros centrales del G-20.
México DF. Las mayores economías del planeta advirtieron a Europa que debe desembolsar más dinero para contener su crisis de deuda si quiere recibir ayuda extra del resto del mundo, multiplicando la presión sobre Alemania para que ceda y apoye engrosar el fondo de rescate de la zona euro.
La respuesta de las naciones europeas que integran el G-20 fue que el mes próximo revisarán la fortaleza de sus mecanismos de asistencia financiera de emergencia, lo que podría despejar el camino para que el resto de los miembros del grupo hagan aportes al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Eso sería "información esencial" para el momento en que el G-20 considere poner más dinero en el mecanismo de ayuda del FMI, dijeron los ministros de finanzas y banqueros centrales del G-20 en el comunicado final de la reunión que se desarrolló el fin de semana en Ciudad de México.
El secretario del tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, dijo que existe "un amplio acuerdo de que el FMI no puede reemplazar la ausencia de un cortafuegos más fuerte por parte de Europa y que el FMI no puede avanzar sin más claridad acerca de los planes europeos".
Alemania, al ser la mayor economía del bloque europeo, quedó así bajo extrema presión para dar su apoyo a la unión de dos mecanismos de salvamento financiero, lo que crearía una potente muralla para calmar el temor de los mercados a un descalabro completo en la región.
Pero al enfrentar obstáculos políticos locales, el gobierno de ese país ha dado señales contradictorias sobre su posición.
El ministro de Finanzas británico, George Osborne, dejó bien en claro que el G-20 necesita ver un compromiso más nítido entre las autoridades de la zona euro.
"Tenemos que ver primero el dinero de la zona euro, y francamente eso no ha ocurrido. Mientras tanto no habrá dinero extra para el FMI de parte de Gran Bretaña y probablemente de ningún otro país", dijo.
El G-20 corre para agrupar antes de su próxima reunión de abril un fondo global de casi US$2 billones, incluyendo dinero nuevo y fondos ya existentes.
La esperanza es que esa gigantesca montaña de dinero detenga la crisis de deuda soberana europea y evite un daño a la aún débil economía mundial, que aún intenta sobreponerse de la recesión estadounidense del 2008-2009.
Si logran juntar esos fondos, sería la más audaz campaña de liquidez internacional desde que tres años atrás inyectaron un billón de dólares para combatir la recesión. Aún hoy muchas economías desarrolladas siguen inundando los mercados con dinero barato para impulsar el crecimiento e impedir un contagio.
Pero la recuperación de la economía global sigue siendo débil y aún sigue habiendo riesgos de tropiezos, dijeron los ministros del G-20 en su comunicado. Además destacaron el impacto que podría tener el elevado precio del petróleo, que se ha acercado a niveles máximos de 10 meses a más de US$125 por barril.
El G-20 alabó los compromisos de los países productores de petróleo para asegurar un suministro adecuado.
El comisario de Asuntos Económicos y Financieros europeo, Olli Rehn, dijo que un mayor fondo de rescate equiparía mejor a los gobiernos europeos para contener la turbulencia financiera.
"No debemos demorar esto más porque una de las lecciones cruciales de esta crisis ha sido que (...) mientras más esperamos, más caro tiende a ponerse", dijo.
El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaeuble, aseguró que los líderes europeos definirán en marzo si refuerzan los fondos de rescate.
La propuesta es unir el vehículo permanente de ayuda financiera a países con el esquema temporal, lo que crearía un muro de un billón de dólares.
Eso además dejaría la puerta abierta para que el G-20 satisfaga la demanda del FMI de entre 500.000 y 600.000 millones de dólares, que se sumarían a los 385.000 millones que tiene.
Todo ese dinero junto implica una barrera de 1,95 billones de dólares que los líderes mundiales creen sería suficiente para dar el mensaje a los mercados de que la crisis será limitada.
Los líderes financieros del G-20 se reunirán en Washington a fines de abril para discutir los fondos extras para el FMI.
Alemania ha enviado señales contradictorias acerca de si finalmente aceptará aumentar los fondos de rescate europeos.
El país ha argumentado que las nuevas reglas fiscales que ya ha adoptado Europa, que exigen a los países muy endeudados reducir sus déficits presupuestarios, son mucho más importantes para restablecer la confianza de los mercados y revivir el crecimiento económico.
Pero a puertas cerradas en Ciudad de México, Schaeuble pareció más conciliador.
Margrethe Vestager, ministra de economía de Dinamarca -país que es el actual presidente de la UE- dijo el sábado que "incluso Alemania" estaba razonablemente feliz con la idea de fortalecer los fondos de rescate.
Luego el país luchó en vano para usar un lenguaje más moderado en el comunicado, buscando que dijera que la revisión del escudo financiero de la región era "importante" para la decisión sobre el fortalecimiento del FMI, no "esencial" como finalmente fue acordado por el G-20.
Y desde Berlín, un funcionario cercano a la canciller Angela Merkel insistió el domingo en que ya hay suficiente dinero comprometido en el fondo de rescate de la zona euro.
Estados Unidos y algunos países emergentes tuvieron problemas para entender la posición de Alemania, dijo otro funcionario del G-20.
"Encuentran difícil entender la obsesión de los alemanes con la disciplina fiscal, así que los alemanes estaban un poco aislados en la reunión, y culpar a Merkel y al Parlamento fue la manera que usaron para enfrentar las críticas de los países externos a la UE", comentó un funcionario.
El segundo paquete de rescate de Grecia necesita ser aprobado por el Parlamento alemán. Legisladores de la Cámara Baja votarán sobre el tema el lunes. Se espera que la medida sea aprobada, con el apoyo de la oposición.
Reforma al FMI.Algunos países en vías de desarrollo tienen sus propias condiciones para abrirle el grifo al FMI.
El ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, dijo que los países emergentes quieren que se implemente una reforma del 2010 al mecanismo de cuotas del FMI, que les daría más peso en el Fondo, al igual que un cortafuegos más grande en Europa.
En el comunicado, el G-20 reiteró que se apegará a ese compromiso a tiempo para su reunión anual de septiembre.
Las economías líderes del mundo también destacaron los riesgos para el crecimiento provenientes de los elevados precios del petróleo, que se dispararon el viernes a su mayor nivel en casi 10 meses.