Los líderes tratan de formar ese gran fondo internacional antes del fin de abril para convencer al mundo que pueden evitar que la crisis de deuda del bloque se propague y afecte a la débil economía mundial.
México DF. Alemania está suavizando su resistencia a engrosar el fondo para rescates financieros de la zona euro, según dijeron funcionarios, lo que deja al grupo de las mayores economías del mundo más cerca de garantizar un paquete casi 2 billones de dólares para contener la crisis de deuda en la región.
Líderes financieros del Grupo de los 20 (G-20), que se reúnen este fin de semana en Ciudad de México, tratan de formar ese gran fondo internacional antes del fin de abril para convencer al mundo que pueden evitar que la crisis de deuda del bloque se propague y afecte a la débil economía mundial.
Ese sería el mayor esfuerzo desde que en el 2008 destinaron un billón de dólares para rescatar a la economía mundial de la crisis crediticia originada en Estados Unidos, que causó la peor recesión desde la década de 1930.
El G-20 le exige a Europa que primero fortalezca sus propios cortafuegos financieros para luego recibir ayuda extra del Fondo Monetario Internacional (FMI). Al ser el principal contribuyente en Europa, es clave que Alemania apoye fortalecer los mecanismos de rescate.
Berlín estaría dispuesto a discutir un aumento de los fondos europeos en marzo, según un alto funcionario del G-20. Pero no ve la necesidad de incrementar el fondo por el momento dado que la situación de los mercados internacionales ha mejorado.
El gran punto es si Europa aprobará combinar su fondo de rescate temporal, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que es permanente, para crear un escudo de 750.000 millones de euros (un billón de dólares).
Adicionalmente, el FMI está requiriendo nuevos recursos por entre US$500.000 y US$600.000 millones de países en todo el mundo para sumarlos a sus actuales US$358.000 millones.
De combinarse todos estos fondos, podría llegarse a un fondo total de rescate de casi US$2 billones.
En los últimos dos años el caos se ha contagiado a Europa, donde países endeudados como Grecia, Irlanda y Portugal se han quedado sin acceso los mercados y han debido ser rescatados.
"Todos en la eurozona y hasta en la Unión Europea están razonablemente contentos con la combinación del MEDE y del FEEF, incluso Alemania, pero aún es muy pronto para decir si esto será decidido en la cumbre de marzo de la Unión Europea", dijo Margrethe Vestager, ministra de Economía de Dinamarca, que actualmente preside la UE.
Alemania teme que construir un mayor fondo de rescate regional disminuya la presión para que los países endeudados de Europa aprueben medidas fiscales más duras y reformas económicas profundas para mantener sus finanzas bajo control.
Presión sobre Berlín
Pero los líderes del G20 están aumentando la presión sobre Alemania porque quieren tener recursos extra para abril. "Yo quiero alentar a Alemania a que tome este rol de liderazgo muy seriamente y venga con un plan general para la zona euro", dijo el ministro de Finanzas de Canadá, Jim Flaherty.
Diplomáticos han dicho que la reticencia de Alemania a respaldar un rescate mayor tiene que ver con una votación el lunes el Parlamento sobre un nuevo plan de ayuda financiera para Grecia.
Un funcionario europeo dijo que Alemania también quiere ver si un número suficiente de inversionistas acepta el canje de deuda de Grecia, que Atenas quiere terminar el 12 de marzo.
El ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schauble, se mostró preocupado el sábado. Dijo que los problemas fundamentales de Europa no han sido resueltos y se mostró contrario a los estímulos de corto plazo, por considerar que conducen a un mayor endeudamiento.
"No tiene sentido desde el punto de vista económico hacer caso a propuestas que podrían repartir el riesgo de la eurozona. Ni inyectar dinero a los fondos de rescate, ni empezar con la impresora (de dinero) del Banco Central Europeo", dijo Schauble.
El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn, aseguró que es esencial contar con más fondos. "Para superar la crisis tienes que adelantarte a la curva y tener una bazuka lo suficientemente grande", señaló a periodistas.
El comunicado final de la reunión de ministros en México podría simplemente decir que las mayores economías del mundo revisarán en abril los recursos del FMI sin dar una fecha para un acuerdo, según funcionarios del G-20.
"Las negociaciones están en curso ahora", dijo Rehn, quien se mostró confiado en que Europa acordará la fusión de sus dos fondos de rescate en marzo.
Un funcionario de la eurozona dijo que es poco probable un acuerdo a tiempo para la reunión de líderes europeos de la próxima semana en la cual, sin embargo, podría aparecer alguna posición más flexible de Berlín.
"Lo que podemos esperar, como máximo, es una referencia en las conclusiones que indiquen que Alemania no están cerrando la puerta", dijo.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, dijo en Ciudad de México que confía en que el mundo actuará para que el FMI tenga los recursos adecuados cuando sea necesario. Pero señaló que esperan más acción de Europa.
"Espero que veamos esfuerzos continuados por parte de los europeos (...) para colocar un cortafuegos más fuerte y más creíble", aseguró.
Estados Unidos ha dicho que no entregará mayores recursos para el FMI. Canadá también está reticente, a menos que la zona euro haga un esfuerzo mayor para contener su crisis.
Esto deja a China y Japón como los dos candidatos a hacer una contribución mayor al organismo.
Un funcionario del G20 dijo que hay esperanzas de que China, la segunda economía mundial, pudiera contribuir con unos 100.000 millones de dólares al FMI y Japón con 50.000 millones. Pero ambos países dicen que Europa tiene que moverse primero.
"Quisiera ver cómo Europa hará esfuerzos concretos para entonces discutir cómo podemos nosotros contribuir", dijo el ministro de Finanzas japonés, Jun Azumi, durante la reunión en la Ciudad de México.