Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña están reunidos en la ciudad italiana de Bari para discutir sobre economía mundial e impuestos y sobre cómo combatir la financiación terrorista y la ciberseguridad.
Los líderes financieros de siete de las principales economías mundiales se comprometerán el sábado a fortalecer su cooperación contra el ciberdelito y a no usar el tipo de cambio en las divisas para obtener ventaja competitiva, pero se aferran a su prudente redacción sobre el comercio, según un comunicado.
Los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales de Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Alemania, Italia y Gran Bretaña están reunidos en la ciudad italiana de Bari para discutir sobre economía mundial e impuestos y sobre cómo combatir la financiación terrorista y la ciberseguridad.
El comunicado dijo que los siete países utilizarían todas las herramientas de política -fiscales, estructurales y monetarias- para impulsar el crecimiento económico.
También afirmó que los líderes financieros del G7 fortalecerán la cooperación para contrarrestar las amenazas cibernéticas, como el ataque global que infectó decenas de miles de ordenadores en casi 100 países el viernes.
La declaración dice que la política fiscal debe ser utilizada para ayudar a la creación de empleo mientras se mantiene la deuda pública en una senda sostenible y la política monetaria debe ayudar a la actividad económica sin alimentar la inflación fuerte.
"Reafirmamos nuestros compromisos vigentes en el tipo de cambio del G7 con los tipos de cambio determinados por el mercado y estamos muy atentos a las acciones en los mercados de divisas", rezó el comunicado.
"Reafirmamos que nuestras políticas fiscales y monetarias han estado y seguirán orientadas hacia el cumplimiento de sus respectivos objetivos de política interna, utilizando instrumentos nacionales y no vamos a dirigir los tipos de cambio con fines competitivos", afirmaba, subrayando la importancia de abstenerse de las devaluaciones competitivas.
Pero a diferencia del comunicado de líderes del G7 de 2016, los líderes financieros de Bari no respaldaron el libre comercio y rechazaron el proteccionismo, reflejando la presión de Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump ha mostrado su escepticismo sobre los acuerdos de libre comercio.
Los líderes financieros del G7 en Bari repitieron una línea acordada por más amplio G-20 en marzo, que dijo: "Estamos trabajando para fortalecer la contribución del comercio a nuestras economías".
Sobre el ataque cibernético mundial infectó decenas de miles de ordenadores en casi 100 países el viernes, los líderes financieros del G7 dijeron: "Reconocemos que los incidentes cibernéticos representan una amenaza creciente para nuestras economías y que se necesitan respuestas políticas apropiadas para toda la economía".
Pidieron que se establecieran prácticas compartidas comunes para detectar rápidamente cualquier vulnerabilidad en el sistema financiero mundial e hicieron hincapié en la importancia de medidas eficaces para evaluar la ciberseguridad entre las empresas financieras individuales y a nivel sectorial.
El ministro italiano de Finanzas, Pier Carlo Padoan, dijo a periodistas que las discusiones, que habían sido programadas antes de los ataques del viernes, fueron "desgraciadamente muy oportunas".