El magnate sostiene que el mercado financiero global se volvió totalmente impredecible y que "se ha convertido la profesión de gestor de hedge funds en un trabajo dificultoso".
El magnate estadounidense de origen húngaro George Soros, uno de los más grandes inversores del mundo, anunció que se retirará de las finanzas a sus 84 años de edad.
En declaraciones que recogió MarketWatch pero que también había realizado en otros medios, Soros argumentó esta decisión en la idea de que "estamos viviendo un momento en el que la incertidumbre, la volatilidad y lo impredecible dominan los mercados y los asuntos de política internacional". El millonario sostuvo que "ha convertido la profesión de gestor de hedge funds en un trabajo dificultoso e infernal, las grandes oportunidades desaparecen rápidamente o sufren shocks".
"Me he retirado muchas veces anteriormente, pero esta es la última. Voy a dedicar todas mis energías a lo que yo llamo mi carrera filantrópica", dijo Soros, junto a Buffett uno de los mayores estrategas de la inversión.
Precisamente una de sus últimas apuestas fue conocida semanas atrás, cuando tomó dominio público que fondos controlados por Soros habían invertido en torno a US$572,4 millones en el capital del Banco Santander.
Es más: su gran última jugada, fue detectar el momento oportuno para meterse nuevamente en activos españoles. Se sabe que buena parte del mercado inmobiliario español se encuentra en niveles mínimos. Lo bajo de los precios y la posibilidad de una fuerte mejora a partir de una economía con mayor vivacidad ha generado una verdadera ola de negocios en la península ibérica.
Junto a Carlos Slim y Warren Buffet, George Soros decidió apostar fuerte por la recuperación de la economía española. Soros, que ostenta un patrimonio estimado de unos US$24.000 millones, ya lleva invertidos más de US$1.144 millones en empresas españolas y en rigor es el multimillonario que más interés mostró en aprovechar las ventajas de los "precios cuidados" de acciones y títulos españoles, pero incluso más interés ha demostrado en numerosas firmas ibéricas que prometen una pronta recuperación de sus valores.
Una lista sencilla de sus adquisiciones también debiera dar cuenta del desembarco de Soros en España allá por diciembre de 2013, cuando adquirió 3% de la constructora FCC por unos US$$62 millones, y aprovechó la oferta pública de venta (OPV) lanzada en noviembre por Endesa para invertir US$228,9 millones la segunda eléctrica del mercado español.
Pero hay más: en junio, destinó US$11,4 millones a la compra acciones de Liberbank a través de su gestora, Soros Fund Management; un mes antes, adquirió en torno a un 1% de Bankia por unos US$199,2 millones tras vender el Estado a través del FROB un 7,5% del capital; y en abril aportó 92 millones a la inmobiliaria Hispania, de la que tomó 16,71%, en una operación en la que otro multimillonario estadounidense, John Paulson, también adquirió un 18,38% de la companía. Poco después, Hispania presentó una oferta por la inmobiliaria Realia.
El "miércoles negro"
Todo el mundo habla de George Soros como el hombre que quebró al Banco de Inglaterra. Todo el mundo sabe que sacó US$1.000 millones en la pulseada. Pero no todos saben cuál fue realmente la jugada?
En los 90, tanto la libra esterlina como el resto de las monedas de la entonces Comunidad Económica Europea estaban unidas por un tipo de cambio semifijo. En el caso de Inglaterra, la libra estaba atada al marco alemán a 2,95 marcos por cada moneda de la Reina, con la condición de fluctuar hasta un 6% en torno a ese valor.
La reunificación alemana había obligado a un exceso de gasto por parte de Berlín, que derivó en déficit fiscal, aumento del circulante e inflación. Para contener la escalada, el Bundesbank subió las tasas de interés, apreciando el marco. Para competir con la moneda alemana, los bancos centrales vecinos comenzaron a comprar sus propias monedas o a subir sus tasas para no salirse del rango de referencia, pero Inglaterra tenía un alto índice de desempleo y no podía subir sus tasas.
Soros vio esto y un buen día de 1992 vendió 10 mil millones de libras para comprar marcos alemanes. Inglaterra, para defender su moneda, salió a comprar libras a mansalva, haciéndose no sólo de lo colocado por Soros en el mercado, sino de todo lo que los nerviosos operadores ofrecían: llegó a comprar 15 mil millones de su propia divisa. Luego subió las tasas en un 15% para hacer atractiva la moneda, pero ya era tarde.
El 16 de septiembre de 1992 -el llamado miércoles negro- la única opción fue salir de la CEE y soltarle la mano a la libra, que cayó un 15% contra el marco y un 25% contra el dólar. Luego de eso, Soros tomó sus marcos y compró todas las libras heridas por la batalla. Embolsó US$ 1.000 millones.