El consenso sobre el presupuesto es un dato de suma relevancia para los expertos financieros, que lo consideran una señal de la capacidad del presidente liberal Mauricio Macri de aplicar el ajuste comprometido este año con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Buenos Aires. El Gobierno de Argentina acordó este martes con los gobernadores de la mayoría de las provincias del país un proyecto de presupuesto para 2019 que busca eliminar el déficit fiscal, que será enviado en los próximos días al Congreso, en medio de la crisis económica que sacude al país.
El consenso sobre el presupuesto es un dato de suma relevancia para los expertos financieros, que lo consideran una señal de la capacidad del presidente liberal Mauricio Macri de aplicar el ajuste comprometido este año con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Hemos logrado el entendimiento de los miembros de la oposición de alcanzar el equilibrio presupuestario", dijo a periodistas el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne tras la reunión.
"Vamos a finalizar este año con un crecimiento negativo de la economía, que va a dejar un fuerte arrastre negativo para el año próximo por lo cual, aun cuando la economía terminara el año próximo creciendo en el cuarto trimestre a un ritmo elevado, la tasa de crecimiento que se podría mostrar, igual sería muy baja", agregó.
El presupuesto, que debe ser aprobado por un Congreso que en gran parte responde a los gobernadores, planteará un aumento en los ingresos gracias a un nuevo impuesto a las exportaciones, entre otros puntos, así como un recorte de gastos, según adelantó el Gobierno, aunque aún no se revelaron detalles.
"Los presupuestos macroeconómicos serán muy bajos", sostuvo Dujovne, sin dar detalles.
La negociación por el presupuesto se da en momentos en que el FMI está analizando el pedido de Argentina de adelantar fondos de una línea de crédito por US$50.000 millones otorgada en junio, tras el inicio de la turbulencia financiera.
"Nosotros somos una oposición que en este caso puntual estamos dando unas herramientas que el Gobierno necesita (...) Yo quiero reducir el déficit fiscal y en eso coincido con el Gobierno, pero no para agradar a los mercados sino para no depender de ellos y no ir a pedirles plata", señaló más temprano el gobernador peronista de Salta, Juan Manuel Urtubey.
La inestabilidad de Argentina comenzó en la primera mitad del año, cuando la desconfianza hacia los mercados emergentes ahondó las dudas sobre la situación financiera del país y provocó una primera depreciación del peso.
En medio de la fuerte desconfianza de los mercados, Macri acudió al FMI en busca de auxilio, lo que no logró evitar una mayor devaluación de la moneda local, que perdió cerca del 51% de su valor a lo largo de 2018.
La devaluación generó una fuerte caída de la capacidad de compra de la población y ahondaría la recesión que sufre el país. Se espera que el índice de pobreza se dispare en la segunda mitad del año.
La calificadora Fitch consideró este martes que la recesión y los retos políticos que enfrenta el presupuesto podrían afectar el panorama fiscal argentino y su programa financiero.
Este martes, los mercados argentinos cerraron en baja, en línea con la tendencia de los mercados emergentes ante un nuevo aumento en la aversión al riesgo por los conflictos comerciales entre las grandes potencias del mundo, más la firmeza del dólar que hacía salir capitales de la región.