"Se dice que en Argentina no hay inversiones, que no se moviliza adquisición de activos... pero las movilizaciones en transacciones en renta fija y variable demuestran que Argentina constituye un lugar atractivo de inversiones", dijo, Jorge Capitanich.
Buenos Aires. El gobierno argentino defendió que el país es un lugar "atractivo" para las inversiones y rechazó que la economía argentina, afectada por la crisis de la deuda y por una contracción del crecimiento, esté aislada internacionalmente.
"Se dice que en Argentina no hay inversiones, que no se moviliza adquisición de activos, que está aislado del mundo, pero las movilizaciones en transacciones en renta fija y variable demuestran que Argentina constituye un lugar atractivo de inversiones", sostuvo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
Durante su rueda de prensa diaria, Capitanich hizo referencia a la Bolsa de Buenos Aires, que en lo que va de 2014 "duplicó su ganancia", al acumular un incremento del 105,04%, según dijo.
El jefe de Gabinete mencionó unas recientes declaraciones del presidente de la Bolsa de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, en las que indicó que "la realidad es que los fondos internacionales siguen viniendo y comprando".
"Algunos se adelantan, vienen y compran patrimonios importantes a precios ridículos, verdaderas gangas", dijo el presidente de la Bolsa, quien añadió que el mercado "tiene precios muy bajos".
El producto interior bruto (PIB) argentino bajó el primer trimestre un 0,2 % con respecto al mismo período de 2013, de acuerdo con los últimos datos oficiales disponibles.
Además, analistas económicos subrayan que la actividad económica se ha visto perjudicada por la incertidumbre derivada del fallo a favor de los fondos que demandaron a Argentina ante la justicia de EE.UU. por la deuda que sigue afectada por el cese de pagos de 2001. Ese fallo, ratificado por la Corte Suprema de EE.UU., mantiene bloqueado parte del dinero enviado por Argentina para pagar vencimientos de la deuda que fue reestructurada después del default, que es el 92,4% del endeudamiento total.
Con el objetivo de cumplir con el próximo vencimiento de los títulos soberanos, el próximo 30 de septiembre, Cristina Fernández promulgó el pasado jueves una ley que permite el cambio de la sede de pago de los bonos.
La elevada factura energética y los numerosos compromisos internacionales de deuda incrementan la necesidad de captar inversiones internacionales para frenar la fuga de divisas y compensar la presión sobre el peso argentino.
Por ello, desde 2011, el Ejecutivo argentino mantiene fuertes trabas a la importación de productos extranjeros y gravámenes sobre las operaciones con moneda extranjera, además de un cepo cambiario que restringe la compra de dólares.
Pese a todo, el Gobierno argentino defiende que los abundantes recursos naturales del país, como las reservas de agua dulce e hidrocarburos no convencionales, suponen un importante atractivo para los inversores extranjeros.