La denuncia fue realizada en su comparecencia matinal por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien advirtió que los ataques especulativos no lograrán su objetivo en Argentina porque el país tiene un "poder político consolidado".
Buenos Aires. El Gobierno argentino insistió este viernes en denunciar ataques especulativos para crear una "acción psicológica de desestabilización permanente" tras la depreciación del peso.
La denuncia fue realizada en su comparecencia matinal por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien advirtió que los ataques especulativos no lograrán su objetivo en Argentina porque el país tiene un "poder político consolidado", con una "líder excluyente" (la presidenta Cristina Fernández) y un partido gobernante con mayoría parlamentaria.
El funcionario cargó también contra empresarios, sindicatos y oposición e insistió en la voluntad del Ejecutivo por mantener el control de precios, la principal amenaza para la economía argentina.
"Basta de empresarios inescrupulosos que utilizan a los trabajadores para extorsionar al Estado con el objetivo de conseguir un subsidio, basta. Argentina no necesita este tipo de empresarios", denunció.
Algunos dirigentes sindicales, dijo, "critican al Gobierno pero no a los empresarios que aumentan los precios de forma indiscriminada".
"A veces parece que los dirigentes sindicales están más de acuerdo con los empresarios que con los propios trabajadores", insistió el funcionario, que acusó también a la oposición de limitarse a criticar sin plantear ninguna propuesta.
"Estamos deseosos de escuchar propuestas", apuntó, aunque "las recetas las conocemos, ajuste, despidos, salarios bajos...".
"Debatimos dura y tenazmente para propiciar las condiciones que nos permitan acordar precios" pero "como Gobierno nos encontramos solos en esta disputa, luchando contra grupos económicos poderosos que pretenden establecer un sistema de precios absolutamente inconveniente", agregó.
"Es necesario que el pueblo argentino defienda junto al Gobierno el bolsillo de los consumidores", reclamó el jefe de Gabinete, que restó importancia a la sangría de reservas destinadas a mantener el valor del peso frente al dólar y subrayó que, además de los ingresos que se esperan en los próximos meses por exportaciones la recaudación fiscal de enero ascenderá a unos 98.000 millones de pesos (unos US$12.250 millones).