El decreto publicado este domingo señala que el banco central deberá autorizar la compra de divisas y las transferencias al exterior distinguiendo la situación de particulares y personas jurídicas.
Buenos Aires. El Gobierno argentino autorizó al banco central (BCRA) a restringir las compras de divisas, dijo este domingo el boletín oficial, en medio de la crisis financiera por la que atraviesa el país.
El decreto señala que el banco central deberá autorizar la compra de divisas y las transferencias al exterior distinguiendo la situación de particulares y personas jurídicas.
"Ante los recientes acontecimientos económico-financieros desencadenados (...) es necesario adoptar medidas transitorias y urgentes para regular con mayor intensidad el régimen de cambios", explicó el decreto.
El viernes, el riesgo país argentino superó los 2.500 puntos, niveles no vistos desde 2005, mientras que el peso acumuló una depreciación del 26,26% en agosto y una baja del 36,66% en lo que va del año.
La medida, que regirá hasta el 31 de diciembre, se adopta en medio de una grave crisis financiera que sufre el país sudamericano con una profunda caída del peso y salida de depósitos desde los bancos, junto a una notoria retracción en las reservas internacionales, todo dentro del marco de las dudas políticas que dispararon las recientes elecciones primarias.
La entidad monetaria aclaró que la medida busca lograr mayor estabilidad cambiaria y proteger al ahorrista.
"Nadie está limitado para extraer dólares de sus cuentas, ni personas físicas ni jurídicas. No hay ningún impedimento al comercio exterior y no hay restricciones sobre viajes", explicó.
Las personas físicas no podrán comprar más de US$10.000 por mes y se limitará a US$10.000 mensuales las transferencias de fondos al exterior.
El banco central explicó que los exportadores deberán vender las divisas fruto de sus envíos en el mercado local dentro de un máximo de 5 días hábiles después del cobro o 180 días después del permiso de embarque (15 días para los commodities).
En tanto que no habrá restricciones para la importación o pago de deudas a su vencimiento, aunque las empresas no podrán comprar dólares para atesorar.