El gobierno del Brasil no pagará este año el aumento de la compensación por la energía cedida por el Paraguay al vecino país en la central Itaipú.
Cuando el tema del aumento de la compensación por la energía cedida por Paragauay a Brasil fue analizado en la Cámara de Diputados, y aprobado, ya se había mencionado que el Gobierno brasileño no iba a poder cumplir con dicho compromiso debido a que no existe el rubro correspondiente en el presupuesto. Esto tras la determinación de que la compensación debía ser abonada con dinero del Tesoro brasileño.
El tema del rubro casi no fue mencionado cuando se trató en el plenario de la Cámara de Senadores, sesión que fue transmitida para nuestro país.
Atendiendo a los datos en ningún momento el Gobierno del Brasil se comprometió en abonar el aumento desde este año.
De esto debía saber el gobierno de Fernando Lugo, quien sin embargo no hizo esta aclaración a la población, y solamente informó que el Brasil decidió aumentar el monto de la compensación de US$120 millones anuales a US$360 millones.
Actualmente la comisión especial del Congreso brasileño está estudiando el presupuesto para el año 2012, y existe una fuerte oposición a que el monto de 240 millones de dólares sea incluido en el presupuesto de gasto de la Unión (Gobierno Federal).
Legisladores se habían puesto en contra
Son los mismos legisladores quienes cuando se trató el tema en el Congreso de ese país se opusieron a que se den más beneficios por la energía cedida por el Paraguay a los brasileños.
Los parlamentarios brasileños siguen con el argumento que no se puede estar cargando a todos los contribuyentes de ese país con lo que ellos consideran una “caridad” política y lanzando todo tipo de insultos contra nuestro país.
El Gobierno brasileño debe disminuir los gastos considerados superfluos, con el objetivo de mantener el equilibrio fiscal y evitar una crisis financiera, según los medios de prensa.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, está dando una serie de incentivos fiscales a las industrias con el objetivo de evitar que la crisis estadounidense afecte a la economía brasileña. Actualmente, la industria brasileña se ve afectada por la baja cotización de la moneda estadounidense.
Estos incentivos tienen sus consecuencias negativas en las recaudaciones del gobierno federal, y los legisladores indicaron que se deben realizar más cortes en los gastos superfluos.
Además, el gobierno brasileño tiene que aumentar considerablemente los gastos de inversión atendiendo los eventos internacionales que están previstos realizarse en el país vecino desde el año 2013.