El ministro de Hacienda, Guido Mantega, al entregar el documento valoró en especial el aumento del salario mínimo, que supera la tasa de inflación prevista para este año, cercana al 6,5%.
Brasilia. El gobierno brasileño prevé que la economía crecerá el año próximo un 3%, según el proyecto de presupuesto nacional para 2015, que presentó al Congreso y cifró en 2.860 billones de reales (US$1.271 billones).
Para 2015, cuando gobernará el país el presidente que surja de las elecciones de octubre próximo, que asumirá el 1 de enero, el proyecto de presupuesto prevé también una inflación del 5% y un aumento del salario mínimo del 8,84 %, que lo llevará a 788 reales (US$350,22).
El ministro de Hacienda, Guido Mantega, al entregar el documento valoró en especial el aumento del salario mínimo, que supera la tasa de inflación prevista para este año, cercana al 6,5%.
"Representa algo muy importante para la población" y "acaba con esa idea equivocada de que aumentar mucho el salario mínimo puede causar desempleo", pues las alzas decretadas en los últimos años también fueron superiores a la inflación y no han impedido que la tasa de paro se mantenga en torno al 5%, dijo Mantega.
La ministra de Planificación, Miriam Belchior, quien acompañó a Mantega en la entrega del proyecto a las cámaras, precisó que ese aumento del salario mínimo tendrá un impacto de 22.000 millones de reales (US$8.800 millones) en las cuentas públicas.
En cuanto a la distribución de esos recursos, el gobierno ha decidido aumentar en casi un 10% el presupuesto para el área de educación, que recibirá 46.700 millones de reales (US$18.680 millones).
También aumentará cerca del 10% el presupuesto del Ministerio de Salud, que de acuerdo al proyecto pasará a ser de 91.400 millones (US$36.560 millones).
Asimismo, se decidió aumentar en un mismo 10 % el presupuesto del Ministerio de Ciudades, responsable de la infraestructura del país, que contará en 2015 con 26.300 millones de reales (US$10.520 millones).
Según Belchior, el proyecto de presupuesto para 2015 reafirma la decisión del Gobierno de establecer como principales prioridades las áreas sociales, junto con el combate a la pobreza y el desarrollo de infraestructuras.
El Congreso abrirá ahora un proceso de discusión en torno al documento presentado por el Gobierno, que deberá ser votado antes del próximo 31 de diciembre.