La moneda chilena, que ha sido fortalecida por el robusto crecimiento económico de Chile y los saludables precios del cobre -su mayor exportación-, se ubica entre las divisas extranjeras de mejor rendimiento frente al dólar.

El Gobierno de Chile respaldaría cualquier intervención del banco central del país para debilitar al peso, dijo este sábado el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

"El banco central podría decidir intervenir, pero es su propia decisión (...) si lo hacen, nosotros ciertamente los apoyaríamos", dijo Larraín a Reuters en una entrevista en televisión en el Foro Económico Mundial en Davos.

"Estamos intentando evitar una mayor apreciación", agregó.

El peso, que ha sido fortalecido por el robusto crecimiento económico de Chile y los saludables precios del cobre -su mayor exportación-, se ubica entre las divisas extranjeras de mejor rendimiento frente al dólar entre las 152 monedas que siguió Reuters en 2012.

El mes pasado, el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, reiteró que la intervención del peso en el mercado local era una herramienta a disposición del emisor, pero que si no había intervenido hasta el momento es debido a que no lo ha considerado necesario.

El Banco Central desplegó un programa de compra de dólares en 2011 para frenar el fortalecimiento del peso después de que subió a su nivel más alto en más de dos años y medio a 465,50 unidades por dólar.

Larraín dijo que era difícil contrarrestar el peso del alivio cuantitativo de Estados Unidos: "contra el enorme alivio cuantitativo, tenemos unas pocas herramientas, pero no muchas".

El autónomo Banco Central de Chile ha mantenido las tasas estables desde un sorpresivo recorte en enero de 2012, mientras evalúa los riesgos externos para una bullente economía doméstica.

Debido a la robusta demanda e inversión doméstica, la pequeña economía de Chile dependiente de las exportaciones ha tenido un desempeño mejor al esperado a pesar de la desaceleración de la demanda de China, su principal socio comercial, y las consecuencias de la crisis en la zona euro.

Larraín agregó que el panorama de la economía global es algo mejor en la conferencia de Davos de este año en comparación a 2012.

"Aún no estamos fuera de peligro. La economía real aún necesita someterse a duros ajustes y los mercados financieros están ayudando, pero no es como para decir que esto terminó", dijo Larraín.

"Son los mercados emergentes los que seguirán impulsando la economía mundial nuevamente en el 2013", agregó.