Wang Qishan viceprimer ministro del país asiático indicó que una "recuperación no equilibrada" podría ser la mejor opción para enfrentar lo que describió el sábado como una recesión global crónica.
China. El viceprimer ministro chino, Wang Qishan, advirtió este lunes que la economía global está en un estado delicado y el secretario de Comercio estadounidense, de visita en el país, dijo que Pekín gastará US$1,7 billones en sectores estratégicos para impulsar su crecimiento.
Wang sostuvo que una "recuperación no equilibrada" podría ser la mejor opción para enfrentar lo que describió el sábado como una recesión global crónica. Esto sugiere que Pekín reforzaría su propia economía antes de preocuparse por los desequilibrios económicos que afectan su relación comercial con Washington.
"Una recuperación no equilibrada sería mejor que una recesión balanceada", dijo el lunes en un encuentro anual de la Comisión China-Estadounidense sobre Comercio, celebrado en la ciudad de Chengdu, en el sudoeste del país.
Wang evitó decir en sus declaraciones, de las que se hizo eco también el viceministro de Finanzas Zhu Guangyao, que China intentaría impulsar sus exportaciones, tal como hizo durante la crisis global del 2008-2009, cuando pegó el yuan al dólar.
En cambio, el secretario de Comercio de Estados Unidos, John Bryson, dijo a la prensa que China había confirmado a autoridades estadounidenses que planeaba gastar US$1,7 billones en sectores estratégicos en los próximos cinco años.
Pekín ha dicho que estos sectores incluyen la energía alternativa, la biotecnología y los equipos avanzados de manufactura, lo que pone de relieve su intención de cambiar el patrón de crecimiento económico hacia sectores más limpios y de alta tecnología.
Había dudas de que China reduzca sus planes de inversión en esos sectores, sobre todo en los trenes de alta velocidad, tras un fatal accidente ferroviario.
Pero Bryson dijo que las autoridades chinas mantenían su inversión. "Gran parte del énfasis en las industrias emergentes y la inversión de US$1,7 billones se concentra en energías limpias y en tecnología de energías limpias", afirmó Bryson.
La inversión, que equivale a 10 billones de yuanes (US$1,7 billones), es más de dos veces mayor que el ya enorme paquete de 4 billones de yuanes lanzado por China durante la anterior crisis global.
"Las condiciones económicas globales siguen siendo desalentadoras, y asegurar la recuperación económica es la prioridad absoluta", dijo Wang, el principal funcionario a cargo de la política comercial y financiera de China.
"Como grandes economías mundiales, China y Estados Unidos harán una contribución positiva a la economía mundial mediante su propio desarrollo", dijo Wang ante decenas de funcionarios de ambos gobiernos en el inicio del segundo día de conversaciones entre las dos delegaciones.
Las autoridades estadounidenses dijeron que las discusiones arrojaron progresos en temas como las transferencias forzadas de tecnología a compañías chinas, un punto delicado para las empresas norteamericanas.
En particular, China se comprometió a no exigir a las automotrices extranjeras que entreguen su tecnología para fabricar nuevos vehículos ecológicos a sus socios chinos o que establezcan una marca china para poder acceder al mercado, dijo el representante comercial de Estados Unidos, Ron Kirk.
"China confirmó además que las compañías extranjeras estarán en una base igualitaria para acceder a subsidios y a programas de incentivos para los vehículos eléctricos", dijo Kirk.
Aunque en esta comisión sobre comercio no se tratan temas cambiarios, las autoridades estadounidenses presentes en las conversaciones advirtieron a Wang y a sus colegas que no podrían ignorar la creciente impaciencia de Washington con las políticas comerciales y las barreras de inversión de China.
Estas tensiones en torno al bajo valor del yuan emergieron el sábado durante un encuentro en Bali entre el presidente estadounidense Barack Obama y el primer ministro chino Wen Jiabao.