La moneda intensificó su ritmo devaluatorio en las semanas recientes, para acumular una caída de 54% en los últimos 12 meses, situándose como la segunda más débil después del rublo ruso en ese periodo.
La fuerte depreciación del peso colombiano aún no es inflacionaria, por lo que hay que dejar que se mantenga, dijo este lunes el viceministro de Hacienda, en una señal de que el Gobierno no está preocupado a pesar de que gremios han encendido las alarmas por el encarecimiento de los bienes importados.
La moneda intensificó su ritmo devaluatorio en las semanas recientes, para acumular una caída de 54% en los últimos 12 meses, situándose como la segunda más débil después del rublo ruso en ese periodo.
"Esta válvula de escape o este ajustador automático que viene del lado de la devaluación del peso es fundamental, estos niveles de tasa de cambio en este momento es lo que la situación está generando y creo que la devaluación hay que dejarla continuar", dijo Andrés Escobar, en una conversación telefónica con Reuters.
"Hasta ahora no hemos visto que los aumentos en la tasa de cambio se hayan traducido en presiones inflacionarias que ameriten cambios en la postura de la política monetaria, en ese sentido lo que ordena ese marco de política es dejar que la tasa de cambio esté donde el mercado la pida", explicó.
Los gremios asociados al comercio hicieron un llamado a las autoridades económicas para que intervengan frenando la debilidad del peso, alertando su impacto negativo que provocará sobre los bienes y servicios importados, incluyendo los alimentos, así como de materias primas que utiliza la industria.
El primer impacto de la debilidad del peso en los últimos meses se evidenció en la caída de las ventas de vehículos en el país en el primer semestre.
Pero Escobar resaltó el beneficio que provoca la debilidad de la moneda local para suavizar el déficit en la cuenta corriente del país, que en el primer trimestre se disparó a un 7% del PIB, desde uno de 4,2% en igual lapso del año anterior.
Por otra parte, el viceministro señaló que no hay una fecha específica para presentar ante el Congreso una propuesta para reducir el impuesto que se cobra a las inversiones de extranjeros en deuda pública, que alentaría una mayor entrada de participantes al mercado local.
En enero del 2013 el Congreso aprobó una reforma que redujo a un 14% desde un 33% el impuesto a la renta que pagan las ganancias obtenidas por los inversores de capital extranjero en portafolios de deuda pública TES.
"El Gobierno tiene claridad en que esa movida debe hacerse, pero el momento y la magnitud en que hay que hacerla es algo que compete al presidente, al ministro y por supuesto es una cosa que tendrá que ir al Congreso", dijo. "Puede ser que se decida llevar este año o el otro".
La reducción del impuesto fue una de las razones por las que el banco de inversión JPMorgan aumentó la ponderación de la deuda colombiana dentro de sus índices.