"Buena parte de los analistas estima que el efecto va a ser rápido e importante. Prefiero ser prudente, dijo Axel Kicillof.
Buenos Aires. El gobierno de Argentina dijo que espera que las inversiones extranjeras se potencien a partir del acuerdo sellado para arreglar el "entuerto" de la millonaria deuda con el Club de París, aunque no quiso aventurar cifras.
"Buena parte de los analistas estima que el efecto va a ser rápido e importante. Prefiero ser prudente. El acuerdo es favorable porque da lugar a que se potencien las inversiones. Pero no voy a aventurar un número", indicó el ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, en una rueda de prensa.
El ministro afirmó que el acuerdo con el Club de París, por el que Argentina pagará en cinco años US$9.700 millones a ese grupo de 19 naciones desarrolladas, es fruto de una negociación "muy dura", que se inició con una pretensión de condiciones "muy lejanas" a la capacidad de pago de Argentina.
El convenio alcanzado finalmente, según Kicillof, es muy "beneficioso" para Argentina pues los pagos se harán en cuotas y no al contado, a una tasa de interés de 3% anual, frente a la indexación del 7% que pesaba hasta ahora sobre la deuda con diversas agencias de crédito de los miembros del Club de París que entró en cese de pagos con la severa crisis de 2001.
Es además un acuerdo "atípico", destacó el ministro, porque el Club de París aceptó negociar sin la tutela del Fondo Monetario Internacional (FMI), excepción que solo registra un antecedente, una refinanciación otorgada a Indonesia en medio de la emergencia por el "tsunami" de 2004.
"Nosotros fuimos a negociar sin el FMI porque hoy el país no está en una condición en la que le tengan que imponer una política económica desde afuera. Ésto no es hablar ni bien ni mal del Fondo. Simplemente es decir la verdad: hoy el FMI no le dicta las políticas a Argentina", enfatizó el ministro.
Para que un país pague en cuotas y no en efectivo, un acuerdo con el FMI opera como garantía de cumplimiento de pago, pero el Club de París aceptó esta "excepcionalidad" y la cancelación de la deuda se hará por tramos, lo que implicará que el próximo gobierno argentino, que resultará de las elecciones de 2015, asumirá el pago del grueso de la deuda.
El primer pago se hará en julio próximo. Serán US$650 millones que se abonarán con reservas del Banco Central.
Luego se irán cancelando pagos mínimos anuales, a los que se sumarán cuotas adicionales si Argentina recibe inversiones de empresas extranjeras que consigan préstamos para sus proyectos en el país suramericano de las agencias crediticias de los miembros del Club de París.
Si en los cinco años de plazo de pago, Argentina no alcanza a cancelar toda su deuda, tiene un adicional de dos años para abonar el remanente sin caer en cesación de pagos, aunque por ese monto pendiente operará una tasa de interés algo mayor, del 3,8%.
"El acuerdo está dentro de las posibilidades de pago de Argentina", aseguró Kicillof, quien explicó que las cuotas mínimas establecidas de menor monto se pagarán en 2015 y 2017, años para los que Argentina prevé mayores compromisos de deuda con otros acreedores.
El ministro aseguró que estas condiciones "extremadamente favorables" no comprometen el futuro crecimiento del país y solucionan el "entuerto" con el Club de París que "dejó el neoliberalismo", con deudas "de muy larga data" que no contrajo ni incumplió el actual Gobierno pero que de todos modos deben honrarse.
Según Kicillof, la principal desventaja de permanecer en mora con el Club de París era que muchas empresas de los países miembros tenían dificultades para acceder a fondos otorgados por agencias en sus naciones de origen para invertir en Argentina, porque su deuda no estaba regularizada.
"Una vez que empecemos a pagar, estas agencias van a volver a habilitar las ventanillas cerradas desde 2001", sostuvo Kicillof.
"Si llegan más inversiones, Argentina va a pagar más. Es un esfuerzo compartido, de forma tal de generar un incentivo a los países con los que se llegó al acuerdo a que insten a sus empresas a generar nuevas inversiones en el país", destacó.
Kicillof dijo que así se respeta el principio de Argentina en sus renegociaciones de deuda de "crecer para poder pagar" y pagar sin poner al país "de rodillas" ni perder su "independencia económica".
"Es un buen acuerdo, justo, no nos exige un esfuerzo tan grande como para que no lo podamos cumplir y eso es mejor también para el Club porque, aunque tal vez esperaba mayores pagos, sabe hoy que tiene pagos seguros", añadió.