La administración de Jair Bolsonaro evalúa rechazar el proyecto de ley del presupuesto de 2022 con el objetivo de restaurar el espacio para gastos que el Congreso desestimó. Esta maniobra pone en evidencia las tensiones entre el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo en Brasil.
El Gobierno de Brasil está considerando un veto por hasta 9.000 millones de reales (US$ 1.630 millones) en el proyecto de ley de presupuesto de 2022 para restaurar el espacio para gastos que el Congreso desestimó, según un funcionario familiarizado con el asunto.
La maniobra presupuestaria refleja tensiones entre las prioridades de los funcionarios del gobierno y los líderes del Congreso, sobre los gastos en un año electoral.
Según la fuente, que habló bajo condición de anonimato debido a que estaba comentando deliberaciones confidenciales, una de las razones por las que se necesita más espacio es que la nómina pública será alrededor de 3.000 millones de reales (unos US$ 530 millones) más alta de lo presupuestado.
El servicio de ingresos fiscales también necesita 2.000 millones de reales ( US$ 353 millones) adicionales para mantener sus sistemas en funcionamiento.
El presidente Jair Bolsonaro tiene hasta el 21 de enero para firmar el proyecto de ley de presupuesto que ya fue aprobado por el Congreso.
La decisión sobre el recorte, según la fuente, será tomada en conjunto por el Ministerio de Economía y la Jefatura de Gabinete Presidencial.