Las autoridades griegas dijeron que el FMI estaba buscando compromisos por escrito sobre sus últimas promesas de austeridad antes de enviar de nuevo a los inspectores "lo más probable esta próxima semana" para concluir la revisión de cumplimiento del programa de rescate de 110.000 millones de euros. Grecia ha incumplido repetidamente sus objetivos de reducción de déficit.
Atenas. El gobierno griego comenzó este lunes una carrera contrarreloj para obtener la aprobación parlamentaria de un paquete de austeridad vital para mantener a flote al endeudado estado y ganar tiempo para que Europa apruebe nuevas medidas de rescate.
Mientras el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, volvía a casa tras mantener una reunión con el Fondo Monetario Internacional en Washington, un diario dijo que el 85% de los tenedores de bonos del sector privado había accedido a participar en un canje voluntario de bonos para reestructurar la carga de deuda helena - cerca al objetivo del gobierno del 90%.
Las autoridades griegas dijeron que el FMI estaba buscando compromisos por escrito sobre sus últimas promesas de austeridad antes de enviar de nuevo a los inspectores "lo más probable esta próxima semana" para concluir la revisión de cumplimiento del programa de rescate de 110.000 millones de euros. Grecia ha incumplido repetidamente sus objetivos de reducción de déficit.
El visto bueno del FMI y la UE es esencial para liberar los próximos 8.000 millones de euros en préstamos de emergencia, sin los cuales el gobierno ha dicho que se quedará sin dinero para pagar salarios, pensiones y facturas en octubre.
El enfado por un ajuste del cinturón cada vez más draconiano es intenso y se habla de forma creciente y abierta en Europa y más allá sobre un probable 'default' griego en los próximos meses, con un recorte mayor para los inversores.
Un portavoz del Gobierno dijo que el gabinete no había abordado el escenario de un recorte del 50%, uno de los escenarios que Venizelos planteó a los legisladores, según medios.
La policía disparó gases lacrimógenos el domingo por la noche en la plaza Syntagma, en frente del Parlamento, en los primeros disturbios de estas características tras el parón veraniego, mientras los sindicatos convocaron una nueva ronda de huelgas y protestas.
La ministra de Finanzas austriaca, Maria Fekter, dijo que un recorte de la deuda griega, con depreciaciones obligatorias para los inversores, era una opción de último recurso. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo el domingo que el impago no era una opción porque destruiría la confianza de los inversores en Europa.
El viceministro de Finanzas alemán, Jörg Asmussen, expresó que los ministros del ramo de la eurozona probablemente no estarán en posición de liberar el tramo de ayuda en su próxima reunión el 3 de octubre por los retrasos en la misión de los inspectores. Eso crearía otro momento de suspense que podría desestabilizar los mercados financieros.
Estaba previsto que Venizelos presionara a los diputados a su vuelta de Washington para aprobar un nuevo impuesto inmobiliario profundamente impopular entre las clases medias, que el Parlamento tiene previsto votar el martes.
El primer ministro, Georgios Papandreu, abordará el programa de reforma económica con Merkel el martes en Berlín, dos días antes de que el Parlamento alemán vote los nuevos poderes del fondo de rescate de la zona euro.
Los continuos incumplimientos por parte de Atenas de los objetivos fiscales y el fracaso de los responsables europeos de ahuyentar las dudas sobre una descomposición de la eurozona han afectado a los mercados y provocado críticas desde Washington a Pekín.