El documento presenta el dato oficial más reciente sobre el desempeño de la nación petrolera, una vez que el Banco Central dejó de divulgar información sobre los resultados de la economía en el 2015.
Caracas. La economía venezolana se contrajo un 16,5% en el 2016 después de una caída de un 6,2% del 2015, según el reporte oficial que presentó el Gobierno del presidente Nicolás Maduro ante la Comisión de Valores de Estados Unidos.
El documento presenta el dato oficial más reciente sobre el desempeño de la nación petrolera, una vez que el Banco Central dejó de divulgar información sobre los resultados de la economía en el 2015.
Según el documento con fecha del 21 de diciembre, la economía no petrolera se contrajo un 16,1%, lo que profundiza la recesión económica que vive la nación desde el 2014.
Según los resultados, sectores como la construcción, que se hundió un 31,6%, y la actividad manufacturera, una que registró una caída de un 27,1%, colaboraron en parte con el débil desempeño de la economía venezolana.
La actividad del sector petrolero, principal fuente de ingresos en divisas del país sudamericano, se redujo un 9,9% en el 2016, un año marcado por los bajos precios del crudo.
En medio de la contracción, Venezuela registró una inflación de 274,4%, mayor al 180,9% del 2015 y que se ubicó entre las más altas del mundo, según organismos multilaterales. El Banco Central no ha divulgado tampoco información sobre la variación de precios desde hace dos años.
El informe indica además que en 2016, la nación miembro de la OPEP registró un déficit de US$3.870 millones en la cuenta corriente de la balanza de pagos.
Al recibir unos menguados ingresos petroleros, las importaciones del país se redujeron 50,8% en el 2016 respecto al año anterior y se ubicaron en US$16.370 millones.
El Gobierno de Venezuela culpa a partidos de oposición y empresarios de la crisis, acusándolos de librar una “guerra económica” para derrocarlo.
Pero analistas señalan que los pobres resultados de la economía son consecuencia del modelo que mantiene el Gobierno socialista desde la gestión del fallecido presidente Hugo Chávez.
La crisis que se ha agudizado en Venezuela ha golpeado con fuerza la capacidad de compra de los ciudadanos, que lidian en paralelo a los altísimos precios y una escasez de alimentos y medicinas.