El presidente Lobo Sosa asegura que no permitirá una devaluación acelerada del lempira.

Tegucigalpa. El Poder Ejecutivo comenzó una jornada de cabildeos con diversos sectores de la sociedad hondureña para auscultar su opinión sobre una serie de medidas que analiza aprobar.

Fuentes cercanas ligadas a las conversaciones manfiestaron que uno de los temas abordados fue la reforma de la política monetaria y cambiaria del país para propiciar una mayor devaluación de la moneda nacional.

No obstante, el presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, fue consultado en San Pedro Sula sobre la posibilidad de acelerar la devaluación del lempira, ante lo que respondió que “no vamos a permitir que se haga una devaluación acelerada, de ninguna manera vamos a permitir esto, esta decisión de gobierno yo no la voy a tomar, olvídense”.

Calificó de normal la reactivación de la banda cambiaria, pero decir que se va a liberar el tipo de cambio puede ser terrible para Honduras.

Devaluación. Para este año, expertos consultados  coinciden que la depreciación del tipo de cambio puede oscilar entre 4,5% (85 centavos de lempira) y 5% (95 centavos de lempira).

Del 4 de enero al 6 de junio de 2012, el tipo de cambio de referencia se ha devaluado de 19,05 a 19,43 lempiras por dólar, equivalente a una deslizamiento de 38 centavos de lempiras en términos nominales y 2% en valores porcentuales.

En 2011, el tipo de cambio se depreció 15 centavos de lempiras, al pasar de 18,90 a 19,05 lempiras por dólar, movimiento ocurrido después que el directorio del Banco Central decidiera reactivar el sistema de banda cambiaria a partir del 25 de julio del año pasado, de acuerdo con estadísticas publicadas por el Banco Central de Honduras (BCH).

Honduras mantuvo un tipo de cambio fijo desde octubre de 2005 a julio de 2011, estableciéndose en 18,90 lempiras por dólar para la compra y 19,02 lempiras por dólar para la venta. 

En la actualidad el precio de venta es de 19,56 lempiras por dólar, ya que los agentes cambiarios aplican una comisión de 0,07%.

No obstante, el Fondo Monetario Internacional (FMI) venía presionando al gobierno para que modificará la política monetaria, lo que fue aceptado por la administración de Porfirio Lobo Sosa con la reactivación de la banda cambiaria, vigente desde julio de 2011.