La estrategia fiscal, explicó Lorenzo, será reducir los aportes a Rentas Generales que hacen las empresas públicas, es decir que se reducirá el peso de los impuestos implícitos, y se aumentará el aporte del gobierno central y el Banco de Previsión Social.
A capa y espada, el ministro Fernando Lorenzo (Economía) defendió este martes en una presentación pública la distribución de recursos que hará el gobierno a través de la Rendición de Cuentas con el claro objetivo de mejorar los índices sociales.
El anunció no lo hizo en solitario sino con el apoyo explícito del presidente José Mujica y del vice Danilo Astori, que con su presencia en la conferencia enviaron una señal de calma al mercado en un momento complicado en la interna del Frente Amplio.
El ministro confía que “en un par de meses” la inflación –principal desafío macroeconómico–comenzará a cambiar su actual trayectoria ascendente y anunció que este año “se aceptará” que el déficit fiscal aumente a 1,6 puntos del Producto Bruto Interno (originalmente se había previsto que sería 1,1) para no trasladar a la población los aumentos de los energéticos. Aclaró incluso que este año no se utilizará el Fondo de Estabilidad Energética de la UTE que ronda los US$ 150 millones.
La estrategia fiscal, explicó Lorenzo, será reducir los aportes a Rentas Generales que hacen las empresas públicas, es decir que se reducirá el peso de los impuestos implícitos, y se aumentará el aporte del gobierno central y el Banco de Previsión Social.
El gobierno está dispuesto así a asumir ese deterioro fiscal para contener las subas de tarifas que alejen aún más a la inflación de la meta oficial.
El escenario político para hacer la presentación no era el ideal.
Deserciones en el Frente Amplio, relevo de un ministro abocado al área social que es una de las banderas de la izquierda, anuncios de más cambios de jerarcas, y el reconocimiento de los líderes sectoriales de que se atraviesa por una crisis política, conforman el ambiente en el que el Poder Ejecutivo se mueve en estos días.
Sin embargo todo eso quedó afuera de la Torre Ejecutiva, donde Lorenzo presentó su exposición con Mujica y Astori sentados a pocos metros del atril principal.
La sala de prensa de Presidencia estaba repleta. Además de periodistas estaba buena parte del equipo económico, autoridades cercanas a Mujica y varios de los principales referentes de las cámaras empresariales.
Según supo El Observador, el propio Lorenzo llamó por teléfono a los presidentes de la cámaras empresariales para invitarlos a concurrir a la sede de gobierno a escuchar cómo se invertirán los recursos públicos que tendrán como objetivo central mejorar la distribución del ingreso ayudando a las capas sociales más vulnerables.
En líneas generales, el dinero irá mayormente a seguridad pública, ASSE, que tendrá más recursos y menos usuarios en sus hospitales; protección social a cargo del Ministerio de Desarrollo Social que desde la semana próxima tendrá como responsable a Daniel Olesker; INAU; vivienda e infraestructura donde habrá “que apurar el t ranco”. El ministro puso especial atención en el capítulo de la educación que es una de las áreas más criticadas por la oposición por los resultados que se obtienen, a pesar del aumento presupuestario.
Lorenzo señaló que la educación recibirá este año US$ 65,6 millones extra y al año 2014 su presupuesto habrá crecido 30% real respecto a 2004. El Poder Ejecutivo propone que de lo asignado, 80% sea para la ANEP y 20% para la Universidad pero “eso dependerá del Parlamento” aclaró.
Los organismos internacionales prevén que el escenario externo “sea favorable con riesgos crecientes”.
El ministro reconoció que la evolución del PBI puede llevar a un recalentamiento y eso dañaría la expansión de la economía. De hecho ya hay señales claras como el crecimiento de la demanda por encima del Producto Bruto Interno y este año “previsiblemente” haya pérdida en los términos de intercambio.
Sobre el tipo de cambio, que preocupa básicamente a los exportadores, Lorenzo comentó que es una variable importante donde Uruguay está en la región en una posición intermedia respecto la apreciación de la moneda local. Hoy las variaciones del mercado reflejan cada vez más los acontecimientos externos, señaló.