Los legisladores quieren aprobar una ley que permita el retiro del 25% de los fondos privados de pensiones; pero el Gobierno ha advertido que si eso ocurre la economía local podría resquebrajarse al poner en peligro al sistema financiero.
Lima. El Gobierno y Congreso de Perú se enfrascaron en una pelea por el dinero de los fondos de pensiones para reducir la crisis por el coronavirus, una disputa que podría debilitar una relación clave para reactivar una magullada economía por la enfermedad.
Los legisladores quieren aprobar una ley que permita el retiro del 25% de los fondos privados de pensiones; pero el Gobierno ha advertido que si eso ocurre la economía local podría resquebrajarse al poner en peligro al sistema financiero con una repentina oferta de títulos y bonos.
La ministra de Economía, María Antonieta Alva, dijo el miércoles que si se pone en marcha ese plan los fondos de pensiones se desprenderían de al menos 38.000 millones de soles (US$11.000 millones) para entregarlos a sus afiliados.
La junta directiva del Congreso, tras recibir a Alva y al jefe del Banco Central Julio Velarde, ha suavizado la iniciativa y propuesto que el retiro de la cuarta parte de los fondos tendrá un tope para cada afiliado de hasta US$3.800.
"Hay consenso para aprobar el proyecto y ojalá que Vizcarra lo promulgue porque cuantos días más pasen la desesperación de la gente puede estallar", dijo a Reuters el legislador Marcos Pichilingue, del partido Fuerza Popular de la excandidata presidencial Keiko Fujimori, investigada por corrupción.
El legislador dijo que en la renovada propuesta se contempla, si todos los afiliados retiran el monto permitido, el desprendimiento de unos 27.750 millones de soles del fondo.
Representantes del Congreso -fragmentado con partidos de derecha, izquierda, conservadores y hasta de orientación religiosa-, planean debatir la propuesta el viernes.
"No pongamos en riesgo el esfuerzo que estamos haciendo con medidas que pueden generar algún tipo de distorsión", afirmó el jueves el presidente Vizcarra en una conferencia de prensa.
La bronca se produce en momentos en que las administradoras de fondos de pensiones son duramente criticadas. El mismo presidente, Martín Vizcarra, ha dicho que las empresas del sector han tenido un comportamiento "abusivo" y que se requiere una reforma integral en busca de pensiones justas.
En Perú operan unas cinco empresas privadas de fondos de pensiones, que han acumulado un equivalente a US$43.350 millones en casi tres décadas de operación. Hay 6,6 millones de afiliados cuyos fondos están invertidos principalmente en bonos soberanos, acciones, depósitos a plazo y activos de renta fija.
La ministra Alva afirmó que la venta de estos valores en un contexto de recesión afectaría el precio de los bonos y las tasas de interés; y encarecería el costo de dinero en momentos en que el Gobierno ha lanzado un estímulo del 12% del PIB para contener el virus y reactivar la economía.
El Congreso fue elegido recientemente para reemplazar al que fue disuelto por Vizcarra tras un duro enfrentamiento con la oposición. El escenario se repite y podría poner cuesta arriba los planes del Gobierno, aunque Vizcarra logró del parlamento la semana pasada poderes para legislar por 45 días.
Para contrarrestar la iniciativa, el Gobierno promulgó el miércoles una ley que permite el retiro de hasta US$580 de los fondos de pensiones de afiliados que actualmente no están en planilla y que no han aportado en los últimos seis meses.
Perú ha extendido el estado de emergencia y un toque de queda por otras dos semanas hasta el 12 de abril, una medida que ha paralizado la economía y dejado a millones sin empleo.
Hasta el jueves se registraban 1.414 casos confirmados con el virus y 55 muertos, según datos del Ministerio de Salud.