Esto deja a Grecia más cerca de alcanzar un acuerdo con la llamada troika de acreedores sobre el conjunto del paquete, clave para el desembolso de un nuevo tramo de ayuda para el agobiado país.
Atenas. Grecia consiguió la bendición de sus acreedores sobre una nueva ronda de recortes de gastos en un plan de austeridad que busca ahorrar cerca de 12.000 millones de euros (US$15.676 millones), dijo este miércoles un alto funcionario del gobierno griego.
Esto deja a Grecia más cerca de alcanzar un acuerdo con la llamada troika de acreedores sobre el conjunto del paquete, clave para el desembolso de un nuevo tramo de ayuda para el agobiado país.
El Gobierno del primer ministro Antonis Samaras ha estado luchando por sacar adelante el paquete por semanas, tanto con sus socios de la coalición como con la troika de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional.
Inicialmente, la troika rechazó medidas por más de 4.000 millones de euros incluidas en el paquete de 11.700 millones de euros, pero luego dio luz verde a recortes que ascienden a 9.500 millones de euros, dijo el funcionario a la prensa.
"Las conversaciones continúan, la brecha se ha estrechado", explicó el funcionario, sin especificar las últimas medidas que ambas partes habrían acordado. "Estamos en 9.500 millones de euros ahora", agregó.
Anteriormente, autoridades griegas habían dicho que los acreedores consideraban como "tímidos" los planes para despedir a empleados públicos, tema que en Grecia es sensible porque la Constitución del país prohíbe tales desvinculaciones.
Los aliados de izquierda de Samaras -que se reunirán el jueves para entablar una nueva ronda de discusiones en torno a los recortes- se oponen tenazmente a despedir trabajadores públicos, aunque han dejado entrever que firmarían el paquete en su totalidad.
El plan, que es fuertemente impopular, incluye una nueva ronda de recortes de salarios y pensiones que llevará a los griegos nuevamente a volcarse a las calles en señal de protesta.
Los sindicatos ya han comenzado una serie de medidas de fuerza y marchas por el centro de Atenas antes de una huelga general programada para la próxima semana.
Sin embargo, el Gobierno ha dicho que dado que se enfrenta la posibilidad de un default sin la nueva ayuda, seguirá adelante con los recortes. Los funcionarios dicen que esperan un acuerdo final sobre el paquete para el domingo.