Una Unión Europea desconfiada ha dicho a los líderes de los dos partidos que quedan en el Gobierno del primer ministro tecnócrata Lucas Papademos que logren compromisos escritos antes de este miércoles.
Atenas. Grecia ha admitido que aún enfrenta una difícil tarea para persuadir a la Unión Europea y al Fondo Monetario Internacional de que la salven de la bancarrota, aún después de que su Parlamento aprobó duros recortes presupuestarios, lo que provocó una noche de saqueos e incendios en el centro de Atenas.
Una Unión Europea desconfiada ha dicho a los líderes de los dos partidos que quedan en el Gobierno del primer ministro tecnócrata Lucas Papademos que logren compromisos escritos antes del miércoles sobre que implementarán los recortes a salarios, pensiones y empleos después de las elecciones previstas para abril.
Mientras el Parlamento debatía en la noche del domingo el paquete de austeridad, la policía antidisturbios se enfrentó a manifestantes en el exterior del edificio. Al amanecer de este lunes, 93 edificios habían sido destruidos y gravemente dañados en el centro de la ciudad, algunos de ellos eran monumentos históricos.
Las garantías escritas no son la única la única demanda que los ministros de finanzas de la zona euro han hecho antes de decidir si aprueban un rescate por 130.000 millones de euros, parte de los cuales Atenas debe recibir si no quiere caer en una cesación de pagos caótica cuando deba repagar 14.500 millones de euros en deuda el 20 de marzo.
Cansados de las incumplidas promesas griegas, los ministros del Eurogrupo también dijeron a Atenas que debe aclarar cómo va a cerrar la brecha de 325 millones de euros en su plan por ahorros adicionales por 3.300 millones de euros este año, antes de que se reúnan el miércoles en Bruselas.
El portavoz del Gobierno Pantelis Kapsis aceptó que Atenas tenía trabajo pendiente. "El Eurogrupo será algo difícil el miércoles, pero el Gobierno cree que las posturas de los líderes políticos muestran que estamos decididos a continuar", afirmó.
Pero es posible que comentarios de Antonis Samaras, quien lidera al partido conservador Nueva Democracia, incomoden a Europa. El ordenó a los legisladores de su partido, el menor de los dos que forman la coalición, que voten por el acuerdo, pero simultáneamente aclaró que quiere cambiarlo una vez que Grecia evite la bancarrota.
"Los insto a votar el nuevo acuerdo porque quiero evitar caer en el abismo, para restaurar la estabilidad, de manera que podamos tener la posibilidad mañana de negociar y cambiar la política que se nos está imponiendo hoy", dijo Samaras al Parlamento.
Con el partido Nueva Democracia liderando los sondeos, Samaras es el favorito para convertirse en primer ministro cuando Papademos de un paso al costado después de asegurar el rescate y un cambio de bonos para reducir la enorme carga de deuda de Grecia.
Sin embargo, Samaras se ha mostrado reticente en el pasado a entregar garantías escritas a la UE.
Kapsis dijo que el Ministerio de Finanzas estaba trabajando en el problema de la brecha de 325 millones de euros y agregó que aún restará mucho por acordar incluso después de la reunión del Eurogrupo y el memorando del rescate a medida que se acerca la fecha del 20 de marzo.
Grecia debe finalizar el acuerdo de "Participación del Sector Privado" (PSI, por sus siglas en inglés) para reducir su carga de deuda. "Las próximas tres semanas serán infernales. La lista de acciones relacionadas al PSI y el memorando es extremadamente urgente", declaró Kapsis.
Los términos del PSI, bajo el cual los acreedores privados del Gobierno griego aceptarán un enorme recorte en el valor de sus bonos helenos, serán anunciados inmediatamente después de la reunión del Eurogrupo, dijeron el lunes fuentes con conocimiento de las negociaciones.
Los acreedores de Grecia aceptarán una pérdida neta del 70%, dijeron dos fuentes a Reuters.