Grecia anunció el sábado que logró un acuerdo con los prestamistas internacionales sobre la forma de recapitalizar a sus bancos tras un planeado canje de deuda, aunque todavía debe resolver los temas vinculados a una reforma laboral y a nuevos recortes de gastos en sus negociaciones con la "troika".
Atenas. Atenas se esfuerza por sellar un pacto con sus prestamistas para recibir un rescate de 130.000 millones de euros, antes de dedicarse por completo a la ardua tarea de convencer a los líderes políticos del país para que apoyen las dolorosas reformas adicionales que implicará la ayuda.
Al borde de la bancarrota, Atenas debe concluir las negociaciones sobre asistencia financiera con los prestamistas extranjeros y obtener la aprobación política al salvataje, a fin de recibir fondos a tiempo para que el país pague 14.500 millones de euros en bonos que vencerán a mediados de marzo.
Tras el anuncio sobre el sector bancario, el ministro Evangelos Venizelos describió una teleconferencia realizada el sábado con sus contrapartes de la zona euro como "muy difícil", pero dijo que las negociaciones sobre un plan de rescate de Grecia deberían concluirse para el domingo por la noche.
"Existe una gran impaciencia y presión no sólo de las tres instituciones que componen la troika sino también de los Estados miembros de la zona euro, cada uno con sus propios criterios, sus problemas y prioridades", aseveró, refiriéndose a la Unión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las negociaciones con la "troika" de prestamistas internacionales se han complicado por sus demandas para que Grecia reduzca sus costos laborales removiendo los bonos por feriados y bajando el salario mínimo, propuestas a las que se oponen con firmeza los líderes de los partidos políticos.
Después de las esperanzas iniciales de que un acuerdo con la UE, el BCE y el FMI fuera anunciado el viernes, las maratónicas conversaciones concluyeron la madrugada del sábado sin que los temas cruciales hubieran sido resueltos.
"La troika no va a ceder en cuanto a los sueldos, los bonos y las pensiones suplementarias", dijo un funcionario griego tras la reunión de ministros sobre las reformas.
Compromiso de líderes políticos. Venizelos reanudó las negociaciones en un intento por lograr un consenso antes de que el primer ministro Lucas Papademos se reúna con su coalición de socialistas, conservadores y líderes de extrema derecha para pedirles su respaldo a las reformas.
Aquella reunión de líderes políticos, inicialmente programada para el sábado, ahora fue pospuesta oficialmente hasta el domingo por la tarde, dijo una fuente del Gobierno.
"Hay temas que resolver pero esperamos que las negociaciones estén concluidas para mañana", dijo a Reuters un funcionario de Gobierno de alto rango, a condición de anonimato.
Cada vez más frustrados por la incapacidad de Atenas para aplicar las reformas necesarias a fin de apuntalar la debilitada economía griega, los prestamistas exigen pruebas del compromiso del país con los cortes de gastos antes de entregar más fondos.
Desean que los líderes políticos de la nación - que no quieren ser vinculados directamente con las estrictas reformas de cara a las elecciones de abril - respalden las medidas, más allá del resultado de los próximos comicios.
"Los líderes políticos griegos deben ofrecer su compromiso con el programa", dijo una fuente cercana a los prestamistas. "No se aprobarán más préstamos si no lo hacen", aseveró.
Los prestamistas han demandado recortes adicionales de gastos por un valor cercano al 1% del producto interno bruto -o poco más de 2.000 millones de euros- este año, incluyendo grandes recortes en gasto en defensa y salud.
El diario Kathimerini reportó el sábado que si los líderes políticos no llegaban a un consenso acerca de las reformas, Papademos estaba considerando pedirles que autoricen una nueva ronda de discusiones con la troika o que ellos mismos se unan a las negociaciones.
Los ciudadanos griegos encaran una nueva serie de medidas de austeridad como moneda de pago por salvar al país del default.
Cerca de 2.000 manifestantes con capuchas negras y cascos, portando banderas rojas gritaban "Quemen el Parlamento", mientras marchaban a protestas contra las medidas de austeridad y los políticos, a los que responsabilizan por el sufrimiento económico impuesto al país.
Se necesitan más fondos. Atenas ha dicho repetidamente que las negociaciones sobre el rescate y una quita de la deuda griega para tenedores privados están en su última etapa. Pero no ha logrado sellar un acuerdo tras semanas de discusiones, mayormente debido al temor de que el plan no logre recortar lo suficiente la carga de deuda del país hasta dejarla en un nivel sostenible.
Fuente de la UE dijeron el viernes que los Gobiernos de la zona euro ahora tienen que conseguir 15.000 millones de euros adicionales además de los 130.000 millones de euros acordados en octubre porque se necesitan esos fondos para recapitalizar a los bancos griegos.
Atenas además quiere que acreedores públicos como el BCE tomen parte en el canje de deuda, bajo el cual los bancos y las aseguradoras asumirán pérdidas reales de alrededor de un 70 por ciento sobre la deuda griega que poseen.
Las negociaciones sobre el canje de bonos ahora eran la parte menos compleja del proceso general para salvar a Grecia, dijo Venizelos más temprano el sábado.
Se espera que los representantes de los bancos y las aseguradoras regresen a Atenas para continuar las negociaciones durante el fin de semana.