Cientos de miles de griegos salieron a las calles de Atenas para repudiar un nuevo recorte por 13.500 millones de euros que reducirá salarios y jubilaciones.
Cien mil personas se congregaron este miércoles frente a la legislatura para repudiar los recortes impuestos por la Unión Europea y el FMI. Hubo enfretamientos con la policía. El gobierno espera aprobar las medidas.
Cientos de miles de griegos salieron a las calles de Atenas para repudiar un nuevo recorte por 13.500 millones de euros que reducirá salarios y jubilaciones.
La movilización, que se realizó en el marco del paro por 48 horas convocado por los sindicatos, llegó hasta las puertas mismas del Parlamento, donde la policía utilizó gases lacrimógenos y agua para dispersar a los manifestantes.
En el interior de la legislatura, el primer ministro Antonis Samaras espera lograr una ajustada victoria que le de legalidad a los recortes pactados con la troyka integrada por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional.
Entre las medidas en debate están el cobro de cinco euros por visita médica, una tasa de 25 euros por hospitalización y un euro por receta, así como la reducción de la cobertura de medicamentos para enfermos crónicos, consignó el sito de noticias Público.es
El malestar social contra las denomiandas medidas de austeridad es tan grande que la propia sesión legislativa se vio interrumpida cuando los trabajadores del Parlamento se sumaron a la huelga y los legisladores de la oposición salieron de la cámara en protesta.
Además, el transporte público quedó interrumpido, cerraron escuelas, bancos y oficinas gubernamentales, mientras que la basura se acumuló en las calles.
Los sindicatos y la oposición de izquierda nucleada en Syriza denunciaron que los nuevos recortes golpearán a los pobres sin afectar a los ricos, además de profundizar la recesión que en cinco años aniquiló un quinto de la producción del país y elevó el desempleo a un récord del 25%.
Durante la protesta también ondearon banderas italianas, portuguesas y españolas, en solidaridad con otros países europeos que también padecen las políticas de ajuste.