La crisis de la deuda griega completa cinco años. ¿Por qué la convocatoria a un referendo lo empeoró todo y qué se puede esperar, incluso en las economías emergentes?
Un cliente saliendo por debajo de la persiana metálica de una sucursal bancaria de Alpha Bank AE cerrada en Atenas.
Ya con la certeza de que Grecia no cumplirá con el pago de los 1.600 millones de euros que adeuda al Fondo Monetario Internacional (FMI) y cuyo término vence este martes, según lo dicho por el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakisel, el organismo internacional tiene un mes para determinar la consecuencia del impago.
Eso “activaría la cláusula de default (cesación de pagos) cruzado de otras obligaciones griegas”, de acuerdo con expertos analistas de Bancolombia. Impactaría negativamente en los flujos de comercio exterior, podría implicar la creación de una moneda paralela, y en últimas sería un agravante para el desempleo en ese país, que ya asciende a 26% y una tasa de población por debajo de la línea de pobreza que llega a 27%, es decir, tres millones de personas.
La crisis de la deuda soberana del país heleno, que completa cinco años desde el primer rescate, en los últimos días se agudizó luego de la ruptura de las negociaciones con los acreedores, es decir, la troika compuesta por la Comisión Europea (CE), el Banco Central europeo (BCE) y el FMI, tras el llamado a un referendo el próximo 5 de julio que hizo el primer ministro griego, Alexis Tsipras, durante la jornada del sábado. El objetivo de la consulta es saber si la ciudadanía está de acuerdo o no con que la nación adopte las medidas de austeridad que espera la troika.
Las autoridades europeas decidieron en consecuencia no incrementar el nivel del préstamo de emergencia, lo que le daba la liquidez necesaria al sistema financiero griego para seguir operando. Desde hace meses, los ciudadanos en Grecia se apresuraron a sacar el dinero de los bancos, con cifras de retiro diarias que alcanzaron los 1.000 millones de euros. Luego del anuncio del freno al auxilio de emergencia, con el temor de una corrida bancaria, el gobierno griego ordenó que los bancos no abrirán y que el monto máximo que se puede retirar de esas entidades es de 60 euros diarios.
Hace tres años, Mario Weitz, consultor del Banco Mundial y ex consejero del Fondo Monetario Internacional (FMI), habló con El Espectador sobre lo que en ese momento perfilaba era el futuro de Europa. Aseguró que en medio de la crisis europea, los casos más preocupantes eran Grecia, Italia y Portugal. “Lo más probable es que Grecia se vaya del euro y eso es peligroso, porque si se va de manera desordenada, es decir, sin ayuda del Fondo, puede provocar salidas de capital todavía peores en España e Italia, generando más incertidumbres”. Agregó que Alemania estaba cansado de financiar a los países del sur por su indisciplina. “Políticamente los alemanes se cansaron”.
“Salirse del euro es un desastre, porque todos los países tienen deudas en euros. Ya los bancos alemanes y franceses se han preparado para que Grecia se vaya del euro”, dijo Weitz en abril de 2012.
La deuda de Grecia con el FMI y el Banco Central Europeo asciende a cerca de 9.000 millones de euros, uno US$10.200 millones, con fecha de expiración en agosto, incluyendo los US$1.700 millones que se deben al FMI y que vencían el martes.
El siguiente plazo que se viene encima de Grecia es el del pago de 3.500 millones de euros al Banco Central Europeo el 20 de julio. “Si para entonces no se ha llegado a una solución y no se realiza el pago, el Banco Central Europeo seguramente cancelaría su línea de emergencia de liquidez, lo que supondría el colapso definitivo del sistema financiero griego”, analiza Bancolombia.
El temor del incumplimiento del pago este martes provocó pérdidas en todos los grandes mercados bursátiles del mundo durante la jornada del lunes. En Estados Unidos, el Down Jones, el Standard & Poor’s y el Nasdaq bajaron 1,95, 2,09 y 2,40%, respectivamente. Además, en Europa, todos las mercados tuvieron pérdidas, pero sobresale que el índice de la Bolsa de España (IBEX) tuvo su peor sesión desde 2012, al caer 4,56%.
Por su parte, el precio del petróleo perdió su racha alcista de la última semana, provocando que el indicador de crudo ligero de Texas (WTI) cayera 2,33%, hasta los US$58,4. Asimismo, que el referente del mar del Norte (Brent) se desvalorizara 2,06% y se situara en los US$61,9.
“El cierre de los mercados en Grecia seguramente va a durar hasta que se conozcan los resultados del referendo. Un triunfo del “si” posiblemente implicaría el retiro de Tsipras del poder y la búsqueda de un nuevo gobierno que logre retomar las negociaciones con la troika. Por el contrario, el triunfo del “no” seguramente sería el paso definitivo hacia la salida de Grecia de la Zona Euro, ya que las negociaciones se volverían inviables”, dice el análisis de los analistas de Bancolombia.
El equipo de análisis económico de la entidad financiera colombiana se anticipa a arrojar secuelas del impago griego en su economía y en las economías emergentes, como Colombia.
Las posibles consecuencias.
*A la vuelta de un tiempo, la situación de la economía griega podría empeorarse sustancialmente. La marcada contracción económica que ya completa cinco años se intensificará, al tiempo que los flujos de comercio exterior se reducirán. Por su parte, ante su precaria situación de liquidez el gobierno podría verse forzado a emitir pagarés para cubrir los pagos más urgentes, lo que de facto implicaría la creación de una moneda paralela. En dicho contexto la pobreza y el desempleo se incrementarían a niveles todavía mayores. En tales circunstancias, la permanencia de Grecia en la Zona Euro se volvería cada vez más improbable.
*Los fundamentales económicos señalan que la probabilidad de contagio de la crisis griega en el resto de la Zona Euro, especialmente en los países de la periferia, es hoy en día mucho menor que en el período 2010-2012. En efecto, la exposición del sector privado europeo (incluido el sistema financiero) a Grecia se ha reducido, la actividad económica está en proceso de recuperación y el balance en cuenta corriente en la mayor parte de las economías de la periferia está en terreno positivo, gracias en parte a que las reformas estructurales han seguido su curso. Además, el Banco Central Europeo actualmente tiene tanto la intención como las herramientas para evitar un colapso en los mercados financieros, sobre todo porque el programa de compra de activos está en plena ejecución.
*De esta forma, si bien en el corto plazo los riesgos para la Zona Euro son limitados, en un horizonte más amplio una salida de Grecia de la Unión puede tener dos repercusiones negativas de este precedente. La primera es que los inversionistas asignarían una probabilidad al riesgo de redenominación cambiaria para los países de la periferia. La segunda es un empeoramiento del ambiente político como resultado de una falta de confianza del electorado en el proyecto de integración europeo y un aumento en la popularidad de los partidos populistas.
Efectos para las economías emergentes
*Con excepción de algunos países de Europa del Este (en particular Bulgaria y Rumania), los lazos económicos y comerciales del mundo emergente con Grecia son muy limitados. Por ejemplo, en la mayoría de los países emergentes, incluyendo Colombia, las exportaciones a Grecia no superan más del 0,2% del total.
*De forma que, más que los efectos directos de la crisis griega, la amenaza de esta situación para los países en desarrollo es el posible efecto contagio, el incremento en la volatilidad y las primas de riesgo y eventuales dislocaciones de capital en el mercado financiero global.
*A la situación de Grecia se suman otros desarrollos desfavorables en el ámbito global, como la crisis de la deuda pública en Puerto Rico y la caída en el mercado accionario en China después de que el fin de semana el banco central redujese su tasa de interés de referencia. La suma de estos acontecimientos probablemente se manifieste en una presión sobre las primas de riesgo y las monedas latinoamericanas que probablemente persista en el corto plazo. Por ello, los países que cuenten con líneas de crédito externo y perspectivas de calificación de riesgo soberano estable, relativamente, tendrán menores presiones en las próximas jornadas.
*Para Colombia los eventos que afecten los mercados globales son importantes, ante el deterioro en el déficit en cuenta corriente hasta un nivel cercano a 6% del PIB este año y la tendencia a la baja que han exhibido en los últimos meses los flujos de inversión directa y de portafolio. Por lo tanto, si lo que está ocurriendo actualmente con Grecia deteriora el apetito por riesgo y los flujos de capitales a mercados emergentes, la posición externa del país podría debilitarse. No obstante lo anterior, se debe resaltar que el país cuenta con la línea de crédito flexible con el FMI y un adecuado nivel de reservas internacionales que funcionan como mecanismos de oferta liquidez en moneda extranjera ante coyunturas como las que se pueden experimentar en momentos de ajustes rápidos en las condiciones de financiamiento externo.