Según un estudio elavorado por la Unión Europea la precariedad de la educación juvenil se evidencia en los años de escolaridad de personas entre 15 a 24 años de edad, que apenas alcanzan un promedio de 4,1 años.

El bajo nivel impide cada año a 150.000 jóvenes ingresar en el mercado laboral formal, y la cifra podría aumentar a 230.000 personas para el 2015, si no se toman medidas correctivas, reveló un estudio de la Unión Europea (UE).

El informe Entre la penuria y la urgencia de oportunidades: el empleo juvenil, elaborado por el Programa Juventud de la UE, reveló que el bajo nivel de desarrollo de competencias básicas del sistema educativo nacional agudiza la presión en el mercado laboral.

“Un factor importante que limita la capacidad de empleo, empleabilidad y emprendimiento de los jóvenes es el bajo nivel de la calidad educativa, que no aporta a la mayoría de las competencias básicas y generales para competir en el mercado laboral”, expuso Jaime Velilla, experto en empleo del Programa Juventud de la UE.

De acuerdo con los resultados del estudio, la precariedad de la educación juvenil se evidencia en los años de escolaridad de personas entre 15 a 24 años de edad, que apenas alcanzan un promedio de 4,1 años, asociado con el abandono de los estudios.

“El primer problema de la precaria educación es la deserción escolar, pues encontramos que solo cuatro de cada 10 jóvenes con edad para la secundaria logran matricularse, y solo dos de cada 10 culminan sus estudios de diversificado”, expuso Velilla.

El segundo problema del sistema educativo es la dotación de bajos niveles de comprensión de matemáticas y lenguaje. “Vemos que solo uno de 10 jóvenes comprende lo que lee; y uno de cada 10 domina las matemáticas básicas”, dijo.

Demanda de empleo

El estudio alerta sobre que para el 2015 alrededor de 230.000 jóvenes no podrán encontrar empleo, en un escenario crítico.

Si se mantiene el horizonte actual, 190 mil jóvenes buscarán trabajo. Si se tomaran acciones para ofrecer una mejor calidad educativa, la cifra de personas que ingresarían en la búsqueda de empleo sería de 73 mil.

Rafael Señán, jefe de misión de la delegación Europea en Guatemala, destacó que otro problema que limita el empleo es el bajo nivel de tamaño y composición del tejido empresarial.

“El país tiene una densidad empresarial de 11 empresas por cada mil habitantes, cuando el promedio latinoamericano es de 40 por cada mil habitantes”, indicó Señán.