Ricardo Barrientos, consultor del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), dijo que se trata de un retroceso grave, ya que regresa a las asignaciones de los años ochenta.
El gobierno de Guatemala dedicará a inversión pública el equivalente a 0,89% del Producto Interno Bruto (PIB), una reducción sensible con respecto al 1,8% de años pasados.
Ricardo Barrientos, consultor del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI), dijo al matutino El Periódico que se trata de un retroceso grave, ya que regresa a las asignaciones de los años ochenta.
El gobierno de Otto Pérez Molina destinará unos 3.600 millones de quetzales (unos US$461,5 millones), a la inversión real directa, equiparable a los del período 1982 a 1985.
Según el ICEFI, la reducción se debe a un cambio contable que aplicó el Ministerio de Finanzas Públicas, el cual quita los gastos de reparación, mantenimiento y remodelaciones del renglón de la inversión y los traslada al rubro de bienes y servicios.
María Castro, viceministra de Finanzas, dijo que el nuevo registro se utilizará para cumplir con las normas internacionales, pero recordó que el presupuesto vigente fue elaborado por la administración del gobierno pasado, de Álvaro Colom.
Para corregir el problema, el gobierno está ejecutando transferencias del apartado de bienes y servicios hacia el de inversión real. Pero aún así, esto provocará una caída entre 24% y 38%, estimó el instituto.
“Es válido, pero no es ético”, opinó Barrientos, sobre estas transferencias, ya que su implementación opaca la transparencia del gasto público.
Por su lado, Óscar Sequeira, director de estadísticas de la Cámara de la Construcción, criticó que en Guatemala exista la práctica de sacrificar la inversión para cubrir el pago de la deuda y otros compromisos.