Pavel Centeno, ministro de Finanzas Públicas señaló que “los acuerdos stand by se dan cuando un país tiene problemas de caja, y en este momento Guatemala no tiene esas dificultades”.
El gobierno guatemalteco descartó la suscripción de un acuerdo stand by con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por considerar que no lo necesita y traerá presiones fiscales innecesarias al país.
Pavel Centeno, ministro de Finanzas Públicas, destacó la sanidad de las proyecciones fiscales del actual gobierno, gracias a la aprobación de la reforma tributaria, en declaraciones al matutino guatemalteco Prensa Libre.
“Los acuerdos stand by se dan cuando un país tiene problemas de caja, y en este momento Guatemala no tiene esas dificultades”, dijo el funcionario.
Las arcas del Estado recibirán más ingresos fiscales por las nuevas disposiciones, las cuales la ubican en una posición cómoda.
“Por el momento las presiones de los organismos por más reformas tributarias no las va haber, porque provoca un desgaste político alto”, dijo.
Carlos González Arévalo, consultor de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales (ASIES), calificó de correcta la decisión gubernamental, pero señaló que el gobierno no ha resuelto el problema de las finanzas públicas.
Los acuerdos stand by son créditos de consistencia que concede el FMI, como una garantía en casos de emergencia.
El último acuerdo de este tipo lo suscribió en 2009, por un monto de US$900 millones, como respaldo a los efectos de la crisis económica en Estados Unidos.