En abril organismo revisó las políticas monetarias, crediticias y fiscales del país, que enfrenta una crisis económica con una deuda interna y externa superior a los US$8.000 millones en 2013, según cifras oficiales.
Tegucigalpa. Una delegación del gobierno de Honduras, encabezada por el ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato, viajó el viernes a Washington para reunirse con directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI) con el fin de definir el mecanismo que usarán en la negociación de un nuevo acuerdo económico.
En la reunión de este lunes la misión hondureña conocerá "las conclusiones" del directorio del FMI de la revisión del artículo IV, relacionado con la sostenibilidad fiscal y las políticas monetarias, crediticias y fiscales, que ese organismo realizó en el país centroamericano en abril pasado, indicó Cerrato.
Además de Cerrato, integran la misión hondureña el presidente del Banco Central de Honduras y coordinador del gabinete Económico, Marlón Tábora, quien viajará este lunes a Washington, y otros funcionarios públicos.
Honduras prevé iniciar a principios de agosto próximo las negociaciones de un acuerdo económico con el FMI, indicó la semana pasada Tábora.
Si Honduras logra un nuevo acuerdo con el multilateral podría acceder a unos 200 millones de dólares en apoyo presupuestario por parte de organismos como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), según autoridades locales.
En marzo de 2012 expiró el último convenio económico, de 18 meses, entre el Gobierno de Honduras y el FMI.
La agenda de la misión hondureña incluye reuniones con directivos del BID para evaluar la cartera crediticia y definir la cantidad de recursos a los que tendrá acceso la nación centroamericana este año, señaló el ministro de Finanzas.
Los funcionarios también se reunirán con ejecutivos de varios bancos de inversión, no identificados, que están interesados en acompañar a Honduras en "un proyecto de reconversión de la deuda interna a deuda externa", añadió Cerrato, sin dar más detalles.
Honduras enfrenta una crisis económica con una deuda interna y externa que globalmente superó los US$8.000 millones en 2013, según cifras oficiales.