A la protesta convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), se adhirieron todos los sindicatos del transporte y no hay autobuses, metros, trenes, taxímetros ni aviones. La protesta rechaza las medidas económicas "que afectan a los sectores vulnerables".
Buenos Aires. La Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central sindical de Argentina, realiza este lunes una huelga general de 24 horas en rechazo a la política económica del presidente Mauricio Macri.
La medida de fuerza amenaza con paralizar Buenos Aires, ya que se adhirieron a la protesta todos los sindicatos del transporte y no habrá autobuses, metros, trenes, taxímetros ni aviones.
La CGT convocó la huelga para este lunes, después de que fracasaran distintas negociación con el Gobierno.
Al explicar la decisión que llevó a esta medida de fuerza, Héctor Daer, uno de tres secretarios generales de la central sindical, dijo en rueda de prensa que "los datos económicos que afectan a los sectores vulnerables de la sociedad son cada vez más angustiantes".
Este será el segundo paro general de la CGT contra las políticas de Macri desde que el jefe de Estado asumió el Gobierno en diciembre de 2015. La anterior se llevó a cabo el 7 de abril de 2017.
Uno de los dirigentes que impulsó la medida, el secretario adjunto del gremio de camioneros, Pablo Moyano, anticipó este sábado que "va a ser un paro total".
Juan Carlos Schmid, otro de los jefes de la CGT, vaticinó en declaraciones radiales que la huelga será "la más importante de los últimos ocho años" y pronosticó una etapa de "mayor conflictividad" si el Gobierno no corrige el rumbo económico.
En tanto, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, de la coalición de gobierno Cambiemos, dijo al canal de televisión Todo Noticias (TN) que "el paro no sirve para nada porque no soluciona los problemas de los argentinos" e instó a la CGT a "retomar el diálogo".
Sin recolección de residuos ni clases. Debido a la adhesión de los sindicatos del transporte, no habrá recolección de residuos, recarga de cajeros automáticos en los bancos ni abastecimiento de combustibles en las estaciones de servicio. Tampoco partirán aviones desde Argentina porque el sindicato de técnicos aéreos se adhirió a la medida de fuerza.
Además, no habrá clases en las escuelas de la Provincia de Buenos Aires, debido a que se sumó a la huelga el Frente de Unidad Docente Bonaerense (FUDB).
La medida tuvo el apoyo explícito del sector de la Iglesia católica argentina que tiene mejor relación con el papa Francisco.
Monseñor Jorge Lugones, presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (Cepas) y amigo del papa, dijo este viernes que "la huelga es una herramienta que propone la doctrina social de la Iglesia cuando se dan situaciones de injusticias sociales" y sostuvo que en Argentina "hace falta sensibilidad social".
En este sentido, la CGT consideró que el crédito de US$50.000 millones que el Fondo Monetario Internacional (FMI) acordó entregarle a principios de junio al país representa "un ajuste (económico) muy importante para los meses venideros".
Reclamos a María Eugenia Vidal. Los movimientos sociales conocidos en Argentina como "piqueteros" acatarán la medida de fuerza convocada por la CGT con diferentes modalidades. La agrupación Barrios de Pie no se movilizará, mientras la Corriente Clasista y Combativa (CCC) marchará en La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, para hacer reclamos a la gobernadora María Eugenia Vidal, de la coalición de Gobierno Cambiemos.
Por su parte, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que tiene cercanía con el papa, no se movilizará en Buenos Aires, pero sí lo harán sus delegaciones provinciales.
Estos movimientos sociales reclaman la implementación de una ley sobre emergencia alimentaria y un incremento de las Asignaciones Universales por Hijo (AUH) para la población más desfavorecida por la política económica.