Los precios de los bonos del Tesoro se incrementaron, dado que los analistas interpretaron la lectura plana de la medición subyacente como una señal de que la deflación seguía siendo una amenaza en una economía que aún lucha por recuperarse de una feroz recesión.
Washington. Los precios al consumidor estadounidense subieron levemente más de lo esperado en agosto, debido a un alza en los alimentos y la energía, pero la medición subyacente se mantuvo inesperadamente plana, mostró este viernes un informe del Gobierno.
El Departamento de Trabajo dijo que su Índice de Precios al Consumidor, ajustado estacionalmente, subió 0,3% el mes pasado tras haber avanzado 0,3% en julio.
Analistas consultados por Reuters esperaban que los precios subieran 0,2% en agosto. En 12 meses hasta agosto, el Índice de Precios al Consumidor subió 1,1% tras un avance de 1,2% el mes anterior. El incremento estuvo en línea con las expectativas del mercado.
El índice de precios subyacente, que no incluye alimentos ni energía, permaneció sin variaciones luego de haber subido 0,1% en julio.
Los precios de los bonos del Tesoro subieron, dado que los analistas interpretaron la lectura plana de la medición subyacente como una señal de que la deflación seguía siendo una amenaza en una economía que aún lucha por recuperarse de una feroz recesión.
"Si la inflación subyacente es plana, la amenaza de deflación no ha pasado. Aún estamos en una etapa de la economía donde hay crecimiento pero no suficientemente fuerte para hacer bajar el desempleo", dijo Gus Faucher, director de macroeconomía en Moody's Analytics en West Chester, Pennsylvania.
Con todo, este dato no altera la percepción de los inversores de que la Reserva Federal seguirá prometiendo mantener las tasas de interés bajas pero que no anunciará nuevas medidas de expansión monetaria cuando se reúna el próximo martes.
Este jueves se conoció que a nivel mayorista, los precios subieron 0,4% en agosto.
"No hay inflación, no hay deflación. Lo que hay es desinflación", dijo John Canally, economista de LPL Financial en Boston.
Los precios de la energía subieron 2,3% tras un incremento de 2,6% en julio, mientras que los precios de la gasolina se incrementaron 3,9%. A su vez, los costos de los alimentos aumentaron 0,2% tras caer 0,1% en julio.
La tasa mensual de inflación subyacente fue presionada a la baja por los costos de la vivienda, que se mantuvieron planos, y por los bajos precios de la indumentaria.
Sin embargo, los precios de los vehículos nuevos aumentaron 0,3%, la mayor alza desde noviembre, tras subir 0,1% en julio. Los precios de los autos y camiones usados treparon 0,7% después de un alza de 0,8% el mes anterior.
En el año a agosto, la tasa de inflación subyacente fue de 0,9% tras un incremento similar en julio. Los mercados esperaban un alza de 1,0%.