Según la Asociación Brasileña de Infraestructura e Industrias de Base el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 0,9%, divulgado oficialmente esta mañana, "no condice con el potencial de Brasil en el actual momento y con las necesidades y aspiraciones de los brasileños".
Brasilia, Xinhua. La Asociación Brasileña de Infraestructura e Industrias de Base (Abdib) atribuyó este viernes el escaso crecimiento de la economía brasileña en 2012 al bajo nivel de inversiones en el país sudamericano, que consideró preocupante.
Según Abdib, el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 0,9%, divulgado oficialmente esta mañana por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), "no condice con el potencial de Brasil en el actual momento y con las necesidades y aspiraciones de los brasileños".
En nota firmada por su presidente, Paulo Godoy, la entidad señala que la baja tasa de inversión es el problema más importante que enfrenta la economía local.
"La falta de reacción de las inversiones como factor de contribución para el crecimiento económico es preocupante", indica la nota, defendiendo la reducción de impuestos para la inversión.
"Se torna crucial estimular la economía por esa vertiente, con una política permanente de exención impositiva de la inversión", resalta.
Adbid elogió al mismo tiempo las medidas del gobierno en los últimos meses que siguen la línea de apoyo a las empresas que buscan invertir.
"Fueron esenciales las decisiones que apuntan a reducir el costo de la energía eléctrica, en un primer momento, y de la logística, que será blanco de concesiones de rutas, ferrocarriles, puertos y aeropuertos", señala el comunicado.
"Dentro de las perspectivas de corto y mediano plazo para la economía brasileña, gana urgencia la conducción eficiente y existosa de los proyectos incluidos en los programas de concesión de infraestructura", concluyó Adbid.
Analistas apuntan que el país sudamericano estaría alcanzando los límites de una expansión basada en el fortalecimiento del mercado interno, y que la condición para acelerar el crecimiento sería elevar la tasa de inversión.
El miércoles pasado, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que la meta del gobierno es elevar la tasa de inversión en el país para 25%.