La inflación a los consumidores se ralentizó más que lo previsto debido a que disminuyeron las presiones derivadas de los altos precios de los alimentos, mientras que los precios a los productores se recuperaron más que lo estimado, dijo este jueves la oficina de estadísticas.
Pekín. Las presiones deflacionarias que enfrentan los productores de China cedieron en mayo, pero la inflación al consumidor se enfrió más que lo esperado, lo que sugiere que el banco central mantendrá una política expansiva en los próximos meses, sin apresurarse por bajar las tasas de interés.
La inflación a los consumidores se ralentizó más que lo previsto debido a que disminuyeron las presiones derivadas de los altos precios de los alimentos, mientras que los precios a los productores se recuperaron más que lo estimado, dijo este jueves la oficina de estadísticas.
El índice de precios al consumidor (IPC) subió un 2,0% interanual en mayo, lo que se compara con un alza de un 2,3% en abril. Los precios de los alimentos aumentaron un 5,9% interanual en mayo, luego del avance de un 7,4% en abril.
Los precios de la carne de cerdo se incrementaron un 33,6% el mes pasado y alcanzaron máximos históricos la semana pasada. Los precios que no incluyen a los alimentos subieron un 1,1%, manteniéndose estables respecto a abril.
Analistas consultados por Reuters esperaban que la inflación a los consumidores fuera de un 2,3%, el mismo ritmo que en cada uno de los tres meses anteriores.
"Según una base de comparación mensual, el IPC de China ha estado cayendo durante tres meses consecutivos, lo que claramente apunta a un sesgo de una política monetaria expansiva por el momento", dijo Zhou Hao, economista senior de mercados emergentes de Asia en Commerzbank en Singapur.
La mejoría de los precios de los productores no cambiarán el débil panorama inflacionario general de China, agregó Hao.
En una señal de que las presiones sobre las compañías chinas están disminuyendo, los precios a la producción cayeron a su ritmo más lento desde noviembre del 2014, con el apoyo de una ola de inversión, así como los precios de las materias primas.
El índice de precios al productor (IPP) bajó un 2,8% en mayo, frente a una caída de un 3,4% en abril. Sobre una base mensual, los precios al productor subieron un 0,5%, su tercer aumento consecutivo.