La tasa de inflación a 12 meses subió a 10,84%, la más alta desde noviembre de 2003, desde un 10,74% a mediados de enero.
La tasa de inflación de Brasil subió inesperadamente en el mes hasta mediados de febrero a un nuevo máximo en 12 años, lo que se suma a las preocupaciones de que el Banco Central no logrará cumplir con su meta inflacionaria por segundo año consecutivo sin una nueva ronda de alzas de las tasas de interés.
Los precios al consumidor IPCA-15 de Brasil se aceleraron un 1,42% en el mes hasta mediados de febrero, superando todos los pronósticos de analistas consultados en un sondeo de Reuters y el 0,92% registrado en el mes hasta mediados de enero, dijo el martes el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
La tasa de inflación a 12 meses subió a 10,84%, la más alta desde noviembre de 2003, desde un 10,74% a mediados de enero.
Pese a una recesión de un año, que ha empeorado gradualmente, y a tasas de interés de dos dígitos, la inflación de Brasil sigue siendo una de las más altas entre las principales economías mundiales.
Dos tercios de la inflación mensual hasta mediados de febrero fueron provocados por alzas de precios de los alimentos, la educación y el transporte.
Analistas prevén que la inflación de Brasil se desacelere en los próximos meses, en la medida en que comience a disiparse el impacto de varias alzas de impuestos y de precios de servicios básicos aplicadas por el Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
Sin embargo, la mayoría de los economistas son escépticos sobre la probabilidad de que la inflación baje hacia la meta del Gobierno de 4,5% sin nuevas alzas en las tasas de interés por parte del Banco Central y de reformas estructurales para reducir el gasto del gobierno.