La estimación promedio de los economistas consultados es que la inflación anual de precios al consumidor aumente a 5,01% en abril desde 4,58% en marzo, impulsada por el aumento de los costos de transporte, los costos de salud y los precios de los alimentos.
Brasilia. Se espera que la inflación anual en Brasil haya superado el 5% en abril por primera vez en más de dos años, según un sondeo de Reuters entre economistas, un dilema potencial para los legisladores que esperan que caiga nuevamente hacia su objetivo más temprano que tarde.
La estimación promedio de 19 economistas es que la inflación anual de precios al consumidor aumente a 5,01% en abril desde 4,58% en marzo, impulsada por el aumento de los costos de transporte, los costos de salud y los precios de los alimentos.
Esa sería la inflación más alta desde enero de 2017, con el aumento mensual visto reduciéndose solo marginalmente a 0,63% desde 0,67% en marzo, de acuerdo con la estimación mediana de 19 economistas.
También mostraría que la inflación se está moviendo más allá del objetivo del banco central para este año de 4,25%. Los banqueros centrales han dicho que esperan que la inflación llegue a su máximo alrededor de abril a mayo, antes de regresar a la meta más adelante en el año.
Parece que eso no está ocurriendo, algo que seguramente será analizado y discutido en profundidad por el comité de formulación de políticas del banco central, conocido como Copom, que se reúne esta semana.
"Si bien los datos recientes de inflación apuntan a presiones temporales de elementos volátiles como alimentos y energía, las expectativas de inflación siguen bien ancladas y la actividad económica ha sido bastante débil", escribió Mauricio Oreng, estratega senior de Brasil en Rabobank, en una comunicado.
Oreng y otros señalan que el bajo rendimiento de la economía debería ejercer una presión a la baja sobre la inflación. Otra ronda de datos sombríos de la encuesta del lunes fue la última evidencia de que el crecimiento no está logrando ganar impulso y el optimismo continúa desvaneciéndose.
Pero la perspectiva de la inflación se ve complicada por la moneda de Brasil, el real, que ha caído alrededor de un 8 por ciento en los últimos tres meses. Durante muchas semanas ha rondado los 4.00 por dólar, y los inversores han rebajado su perspectiva para el resto del año.