Tanto la inflación mensual como la anual retrocedieron significativamente desde el mes previo, lo que sugiere que el impacto inicial del coronavirus en los precios al consumidor fue deflacionario, a pesar de un notable aumento en el costo de los alimentos y las bebidas.
Brasilia. La inflación de Brasil se desaceleró bruscamente en marzo, mostraron este jueves cifras oficiales, ubicándose en su nivel más bajo para el tercer mes en más de un cuarto de siglo, ya que la crisis ocasionada por la epidemia de coronavirus redujo la demanda de artículos para el hogar y el transporte.
Tanto la inflación mensual como la anual retrocedieron significativamente desde el mes previo, lo que sugiere que el impacto inicial del coronavirus en los precios al consumidor fue deflacionario, a pesar de un notable aumento en el costo de los alimentos y las bebidas.
Dado que la economía probablemente entrará en una profunda recesión este año y los precios del petróleo y las materias primas caerán con fuerza, las presiones inflacionarias a nivel general deberían permanecer contenidas, dicen los economistas, allanando el camino para nuevos recortes en las tasas de interés.
"Con el colapso de la demanda y los precios del petróleo que probablemente se mantendrán bajos, esperamos que la tasa general se mantenga cómodamente por debajo del objetivo del Banco Central este año", dijo William Jackson de Capital Economics.
"Las autoridades del Banco Central se mostraron cautelosas al reducir la tasa Selic (de referencia) en su reunión de marzo. Las cifras de hoy, y el creciente daño económico del coronavirus, deberían hacerlos sentir más seguros de flexibilizar aún más la política monetaria", indicó, apuntando a la necesidad de una baja adicional de 50 puntos base, al 3,25%.
En la lectura intermensual, la tasa de inflación de 0,07% fue la más baja en marzo desde que Brasil lanzó el "Plan Real" en 1994, dijo la agencia de estadísticas IBGE, y la tasa anual de 3,30% fue menor a lo esperado y se situó muy por debajo del objetivo del Banco Central de un 4%.
La mediana de previsiones en una encuesta de Reuters de entre economistas fueron de una inflación mensual de 0,15% y una lectura interanual de 3,38%. Las mediciones del IPC para febrero se situaron en 0,25% y 4,01%, respectivamente.
De las nueve categorías examinadas por el IBGE, tres registraron una deflación total en el mes. Los costos de transporte cayeron un 0,9%, siendo el mayor lastre para la inflación general.