En los 12 meses hasta mediados de octubre, los precios al consumidor aumentaron un 9,77%, la tasa más alta desde diciembre de 2003 y lejos del objetivo oficial de un 4,5%, según datos oficiales divulgados el miércoles.
La tasa de inflación anual de Brasil se acercó al 10% a mediados de octubre por la subida en los precios de la gasolina, los alimentos y el combustible para cocinar, complicando los esfuerzos del Gobierno para sacar al país de su peor recesión en varias décadas.
En los 12 meses hasta mediados de octubre, los precios al consumidor aumentaron un 9,77%, la tasa más alta desde diciembre de 2003 y lejos del objetivo oficial de un 4,5%, según datos oficiales divulgados el miércoles.
La inflación en los 12 meses hasta mediados de septiembre se mantuvo en un 9,57 por ciento, igual que en el año hasta mediados de agosto.
En la comparación mensual, el índice de precios IPCA-15 se aceleró a un 0,66 por ciento hasta mediados de octubre desde un avance de 0,39% hasta mediados de septiembre. El mercado esperaba que el índice subiera un 0,68%.
Los costos de la gasolina y del gas para cocinar subieron un 1,7% y un 10,2%, respectivamente, en el mes hasta mediados de octubre, luego de que la estatal Petrobras elevó los precios para adaptarse a una fuerte devaluación del real.
Las medidas de la petrolera son parte de una serie de ajustes en los precios regulados por el Gobierno y de alzas de impuestos para reducir un déficit presupuestario. Sin embargo, esas alzas de precios han afectado la demanda del consumidor y contribuido a una recesión que se prevé será de un 3% este año.
Los precios de los alimentos subieron un 0,62% desde mediados de septiembre.