El Departamento del Trabajo dijo que el índice de precios al consumidor subió un 0,1% ante la moderación de los precios de la gasolina y la caída del costo de las vestimentas. En los 12 meses hasta junio, el IPC aumentó un 2,9%, el mayor incremento desde febrero de 2012.
Washington. Los precios al consumidor en Estados Unidos apenas subieron en junio, pero la tendencia subyacente siguió apuntando a un incremento sostenido de las presiones inflacionarias que podrían mantener a la Reserva Federal en su senda actual de alzas sostenidas de las tasas de interés.
Otro dato divulgado este jueves mostró que las solicitudes iniciales de subsidios por desempleo bajaron a un mínimo de dos meses la semana pasada en la medida en que el mercado laboral sigue mejorando.
La Fed elevó las tasas de interés en junio por segunda vez este año y ha proyectado dos incrementos más antes de fines de 2018.
"La inflación en Estados Unidos sigue acelerándose gradualmente en respuesta a una economía casi completamente empleada, con cierto empujón de los aranceles", comentó Sal Guatieri, economista senior de BMO Capital Markets en Toronto. "La Fed tiene todos los motivos para aplicar un alza de tasas nuevamente en octubre", agregó.
El Departamento del Trabajo dijo que el índice de precios al consumidor subió un 0,1% ante la moderación de los precios de la gasolina y la caída del costo de las vestimentas.
El IPC subió un 0,2% en mayo. En los 12 meses hasta junio, el IPC aumentó un 2,9%, el mayor incremento desde febrero de 2012, tras avanzar un 2,8% interanual en mayo.
Excluyendo los volátiles componentes de los alimentos y la energía, el IPC subió un 0,2%, igualando el avance de mayo. Eso elevó el incremento anual del llamado IPC subyacente a 2,3%, la mayor alza desde enero de 2017, desde 2,2% en mayo.
Economistas consultados en un sondeo de Reuters proyectaban que tanto el IPC como el IPC subyacente subieran un 0,2% en junio.
La Fed sigue una medición distinta de la inflación, que alcanzó la meta de 2% del banco central estadounidense en mayo por primera vez en seis años. Los economistas prevén que el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE, por su sigla en inglés) - excluyendo alimentos y energía - se ubique por encima de su meta.
El mes pasado, los precios de la gasolina subieron un 0,5% tras aumentar un 1,7% en mayo. Los precios de los alimentos avanzaron un 0,2% tras permanecer sin cambios en mayo.
Los mercados financieros estadounidenses no reaccionaron mayormente al dato.
En otro informe, el Departamento del Trabajo dijo que los pedidos iniciales de beneficios estatales por desempleo cayeron en 18.000, a una cifra desestacionalizada de 214.000, en la semana que terminó el 7 de julio, el nivel más bajo desde comienzos de mayo.
Eso sugiere que a comienzos de julio prevalecieron condiciones de un mercado laboral robusto. La economía estadounidense creó 213.000 nuevos empleos en junio.