En lo que va de 2017, la amplia liquidez de los organismos monetarios ha favorecido las apuestas de los inversores a activos de riesgo, impulsando a las acciones mundiales y deprimiendo el valor del dólar, así como de los rendimientos de los títulos públicos.
Los datos de inflación de julio que se darán a conocer la próxima semana en Estados Unidos, algunos países europeos y China mostrarían una evolución moderada que ratificaría la continuidad de la política monetaria actual de los principales bancos centrales.
En Estados Unidos, el índice de precios al consumidor (IPC) arrojaría una lectura de 1,7% anual, de acuerdo con un sondeo de Reuters. Esto extendería un período largo por debajo de la meta de 2% a la que aspira la Reserva Federal, que seguiría con su ajuste muy gradual.
"No hay inflación y eso refuerza que septiembre luce bien para la reducción de la hoja de balance" del banco central estadounidense, dijo Steven Englander, de Rafiki Capital en Nueva York. Con respecto a la próxima alza de tasas, los analistas estaban divididos sobre si sería o no en diciembre.
En lo que va de 2017, la amplia liquidez de los organismos monetarios ha favorecido las apuestas de los inversores a activos de riesgo, impulsando a las acciones mundiales y deprimiendo el valor del dólar, así como de los rendimientos de los títulos públicos.
Pero la incertidumbre en torno al gobierno del presidente estadounidense Donald Trump va en aumento y podría revertir el patrón financiero actual. En el plano doméstico, las dudas pasan por el llamado a que un gran jurado investigue las acusaciones de que Rusia interfirió en la elección de 2016.
A nivel internacional, las preocupaciones se centran cada vez más en el vínculo de Washington con Moscú, luego de que Trump promulgara una ley con nuevas sanciones a Rusia, que calificó la medida como una "guerra comercial" y el fin de las esperanzas para una mejora en las relaciones.
En China, además de los números de la inflación, se conocerán los datos del comercio internacional del mes pasado. Un desempeño sólido de las exportaciones podría atizar los roces con Estados Unidos, cuyos funcionarios están impacientes con lo que consideran una conducta comercial desleal de Pekín.
Alemania y Francia también divulgarán sus indicadores del intercambio internacional, junto con la producción industrial en ambos países. Por otra parte, el mercado europeo estará a la expectativa de resultados de grandes empresas como ThyssenKrupp y Standard Life.