La inflación en los últimos 12 meses a enero fue del 22,2%, por encima del 20,1% a diciembre y lejos de la meta anual de entre un 14% y un 16%.
Caracas. Venezuela registró en enero una inflación del 3,3% por un alza en el costo de los alimentos y un mayor nivel de desabastecimiento, dijo este viernes el Banco Central.
La inflación en los últimos 12 meses a enero fue del 22,2%, por encima del 20,1% a diciembre y lejos de la meta anual de entre un 14% y un 16%.
La variación de enero más que dobló a la del mismo mes del 2012 y fue apenas menor al 3,5% de diciembre.
Aunque acumularon las mayores alzas del indicador, los precios de los alimentos y bebidas pausaron su ritmo de avance, al ubicarse en 5,3 por ciento en enero desde el 5,7 por ciento de diciembre.
El Banco Central dijo que las carnes y las hortalizas impactaron mayormente en el dato.
Los servicios en restaurantes y hoteles, estrechamente vinculados con el comportamiento de los alimentos, también subieron de precio en un 4,2 por ciento, frente al 3,1 por ciento en diciembre.
Venezuela cerró el 2012 con una inflación del 20,1 por ciento, una de las mayores del continente sólo comparable con Argentina, donde según cálculos privados los precios al consumidor subieron un 25 por ciento anual.
Sin embargo, el año pasado el país petrolero logró su menor tasa inflacionaria en cuatro años desde que se modificó el cálculo y se creó el Indice Nacional de Precios al Consumidor.
El nivel de desabastecimiento alcanzó su mayor nivel desde febrero del 2008 al ubicarse en un 20,4 por ciento. Eso quiere decir que de 100 productos buscados por los consumidores 20 no fueron encontrados en los puntos de venta.
Venezuela suele lidiar con temporadas de desabastecimiento de bienes de consumo esencial como carne, lácteos, harina y artículos de limpieza y aseo personal.
El costo de los alimentos es muy sensible para el Gobierno socialista, que continuamente busca controlar el nivel de oferta y usualmente acusa a firmas privadas de especular con los precios.
La nación miembro de la OPEP mantiene un sistema de controles de precios para bienes esenciales y en 2012 puso en vigencia una ley que le otorga al Estado la potestad de supervisar todas la cadena de costos de las empresas con el fin de regular precios.
La ley brindó resultados iniciales, pero en el último trimestre del año los precios empezaron a repuntar.
Igualmente tiene un control de cambios con un tipo congelado desde 2011 de 4,3 bolívares por dólar, que tampoco ha logrado contener las presiones inflacionarias de la nación que depende de sus importaciones.