Los envíos de carne, soya, madera y celulosa dieron impulso a las ventas externas para sepultar tres años de estancamiento, mientras que la baja en el tipo de cambio contribuyó a frenar la inflación.
Montevideo. Uruguay empezó el 2018 con dos grandes noticias para su economía: el freno de la inflación y la recuperación de las exportaciones en 2017.
Los envíos de carne, soya, madera y celulosa dieron impulso a las ventas externas para sepultar tres años de estancamiento.
La baja del tipo de cambio fue un aliado para que el gobierno celebrara el objetivo de ubicar la inflación en el menor nivel desde 2010, en 6,55%.
Las solicitudes de exportación de bienes de Uruguay aumentaron un 9,2% en 2017, frente al año pasado, hasta los US$9.058 millones, el mayor crecimiento registrado desde el 2011.
Al respecto, la secretaria ejecutiva de la Unión de Exportadores de Uruguay (UEU), Teresa Aishemberg, afirmó a Xinhua que "es una muy buena noticia", al tiempo que mencionó que el año pasado hubo solo dos meses a la baja, en mayo y diciembre.
"Las exportaciones crecieron a influjo de China", resaltó Aishemberg.
No obstante, los envíos no alcanzaron la marca histórica de 2014, cuando se comercializaron US$9.178 millones.
"Me gustaría compararme con el año que exportamos más", evaluó la representante de la gremial de exportadores.
La carne bovina, estandarte exportador uruguayo, encabezó la lista con ventas por US$1.517 millones (+5,5), por encima de dos productos que ganaron terreno los últimos años: la celulosa, que totalizó US$1.327 millones (+7), y la soya, con US$1.189 millones (+36).
China fue el principal destino de exportación en 2017 al concentrar el 28% con compras por un total de US$2.549 millones y tras un incremento de 38% frente a 2016.
La soya fue el principal producto colocado en China, con una participación de 39% en el monto total de las ventas a ese país, mientras la carne vacuna y la celulosa, producida en las plantas de UPM y Montes del Plata, ocuparon el segundo y tercer lugar, respectivamente, con un peso de 24% y 22%.
"El índice de volumen físico de las exportaciones que elabora el Banco Central del Uruguay (BCU) experimentó una suba interanual de 29% en el periodo de enero-octubre 2017", explicó el informe del instituto de promoción de comercio exterior Uruguay XXI publicado el pasado 2 de enero.
De hecho, "los volúmenes exportados de la soya y la madera fueron los que experimentaron un mayor crecimiento, compensando la caída de sus precios", explicó.
No obstante, Aishemberg lamentó que Uruguay sea "un país caro" en comparación "con nuestros competidores" y que se "sigan aumentando las tarifas, con un incremento de costos para las empresas".
"Tenemos que mejorar la competitividad ya sea mejorando el acceso a los mercados, el tipo de cambio, y la inserción internacional con acuerdos comerciales más intensos y dinámicos", sostuvo.
"Podemos seguir alimentando al mundo. Alimentamos a 26 millones de personas, podemos alimentar al doble", resaltó Aishemberg.
El otro dato esperanzador para el gobierno del presidente Tabaré Vázquez es el dato de inflación, la piedra en el zapato del equipo económico que durante varios meses en 2016 superó la "barrera psicológica" del 10%.
Con el resultado de 6,55% en 2017, el Indice de Precios al Consumo (IPC) se alineó al rango meta oficial (3-7%) por primera vez desde 2010 y se desaceleró nuevamente frente a 2016 (+8,10) y 2015 (+9,44).
A partir del 2010 (+6,93) la subida del IPC superó el 8% salvo en 2012 (+7,48), de acuerdo a la serie estadística del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Aldo Lema, socio de Vixion Consultores, dijo que en este resultado "influyó la normalización de los precios de las frutas y verduras tras las alzas de 2016 y la moderación del núcleo inflacionario por apreciación del peso uruguayo", además de "la fuerte moderación de costos laborales unitarios y compresión de márgenes de comercialización".
En declaraciones para el diario local "El País", Lema recordó que a mediados de 2017 se constató un "cierto repunte de la inflación básica, atribuible sobre todo a algunos ítems volátiles y más recientemente una leve reaceleración en los indicadores mensuales (desestacionalizados) del núcleo inflacionario".
Como ocurrió los últimos años, el IPC cayó en diciembre (-0,31) gracias al descenso del rubro vivienda (-5,37%), fenómeno que se explica en el plan generalizado de bonificaciones de la empresa estatal energética UTE.
Por su parte, Mercedes Comas, de los Servicios Económicos de PwC, aseguró que más allá de la "desaceleración generalizada" del IPC la inflación este año se encamina a superar el techo del rango meta y cerraría en 7,5%.
Mencionó que se espera un "repunte" de la divisa estadounidense a la vez que se plantea la interrogante sobre el resultado de la negociación salarial en 2018, donde se definen los ajustes en los sueldos de las principales actividades del país.
Asimismo, el ministro de Economía de Uruguay, Danilo Astori, dijo recientemente que el encauzamiento de la inflación dentro del rango meta es clave "para defender el poder adquisitivo de salarios y pasividades".