En concreto, más de 12 millones de peruanos cuentan con empleos que no están sujetos a dicha legislación laboral y no pertenecen al sector formal de la economía.
Lima. La población ocupada con un empleo informal en Perú fue del 71,1% en el tercer trimestre de 2019, lo que supone un incremento del 3% respecto al mismo trimestre del año anterior, según un informe de la Cámara Nacional de Comercio, Producción, Turismo y Servicios del país.
En concreto, más de 12 millones de peruanos cuentan con empleos que no están sujetos a dicha legislación laboral y no pertenecen al sector formal de la economía.
Los trabajadores informales no están sujetos a la legislación laboral del país y no cumplen con contribuciones al sistema de salud público, impuesto a la renta o beneficios de ley, entre otros.
Los sectores que representaron una mayor tasa de informalidad fueron los relacionados con agricultura, pesca y minería, con un 92,9% a nivel nacional. Por su parte, el sector de la construcción registró una tasa de informalidad del 78,4%.
Respecto a los ingresos que perciben los trabajadores, en el tercer trimestre del 2019 el ingreso promedio mensual de la población ocupada ascendió a 746 soles peruanos (US$214).
El estudio señala que existe una "alta brecha salarial" entre las personas que trabajan en empleos formales y las informales, puesto que los primeros ganan una media de 1.716 soles (US$493) y los segundos, 287 soles (US$82,5).
Por regiones, Huancavelica y Amazonas registraron las tasas más altas de informalidad laboral en el país (91,2% y 90,6%, respectivamente) en el periodo analizado. Les siguen Puno (87,5%), Huánuco (87,2%), Cajamarca (86,6%), Apurímac (86,6%) y Ayacucho (85,8%).
En tanto, Moquegua registró el menor número de trabajadores informales (57%), sin considerar a Lima y Callao; seguida de Ica y Arequipa (61,5% y 62,6%, respectivamente). La informalidad laboral en Lima y Callao alcanzó el 57,2% y 54,3%, respectivamente, en el tercer trimestre del año pasado.
Asimismo, el mayor nivel de informalidad se observa en las zonas rurales del país, con registros del 95,4%, en contraste con el área urbana, que representa un 64,1%.